lunes, 15 de julio de 2013

EL SELLO DE LA SABIDURIA


VICTOR MANUEL GUZMAN VILLENA

El rey Salomón, hijo del rey David, hizo de Jerusalén la ciudad de la justicia y de la paz. Su nombre refleja el nombre original de la ciudad, Salem. Se dice que a  Salomón le fueron otorgados “sabiduría y conocimiento”, lo que normalmente significa un buen gobierno, la facultad de distinguir moralmente entre el bien y el mal, y una comprensión total del universo. “He aquí que he hecho conforme a tu palabra, dándote un corazón sabio y comprensivo de modo que nadie hubo como tú antes que tú, ni habrá otro como tú después de ti”. 

La leyenda del maravilloso sello anular que salomón recibió del cielo, es común al judaísmo, al cristianismo y al Islam. El Sello de Salomón, que tiene su base en el suelo y cuyo ápice llega al cielo, simboliza la armonía de los elementos opuestos; su significado es a un tiempo múltiple y pluricultural. Refleja el orden cósmico, los cielos, el movimiento de las estrellas en sus esferas propias, y el flujo perpetuo que se establece entre el cielo y la tierra, entre los elementos aire y fuego. El sello, por tanto, simboliza la sabiduría sobrehumana y el gobierno por gracia divina.

La leyenda dice que cuando el rey David se encontraba en los umbrales de la muerte, llamó a su hijo y sucesor, Salomón, para la despedida final. Salomón era joven, inexperto y estaba muy preocupado por la corona que pronto sería suya. Le rogó a su padre que le dejara algo que pudiera serle de ayuda en tiempos de crisis. Su padre le dio un joyero que contenía un anillo. "Cuando te encuentres en aprietos", dijo David, "abre este estuche y mira la inscripción del anillo. Pero cuando te encuentres en la cima del bienestar, vuelve a abrirla y entonces mira la cara interna del anillo. Que Dios sea contigo, hijo mío". Y murió.

Los años pasaron y Salomón se encontró asediado por problemas graves, de todo tipo y color. Incluso estuvo separado de su cargo de rey por un tiempo. Estaba abatido y apesadumbrado cuando recordó el consejo de su padre y abrió el joyero. En la cara del anillo leyó las palabras hebreas: Gam ze iaavor que significan "Esto también pasará". Se sintió profundamente reconfortado por el mensaje y volvió a tomar el control de su destino con confianza y decisión. Se superaron los obstáculos. Se disipó la rebelión.

Luego comenzó una época de auge y florecimiento sin igual, a raudales se incrementaban sus riquezas y hacía gala de su sabiduría. Tener tanto poder era otro logro supremo que enriquecía el orgullo de Salomón y aumentaba su sensación de ser invencible. Pero, no olvidó abrir el joyero, extraer el anillo, mirar la inscripción grabada en su interior y leyó: "Gam ze iaavor”, "Esto también pasará". También la riqueza, la fama, la gloria, la pompa, todo el lujo pasaría. Y así fue como Salomón se convirtió realmente en el ser humano más sabio de todos los tiempos.

El mensaje de la historia es sencillo de comprender: todos los sucesos de este mundo pasan, tanto lo que sentimos como bueno y como malo es efímero. Lo importante está en no quedarse empantanado en el mundo de las sensaciones, en el fugaz destello del placer o del dolor, sino que el triunfo se encuentra en ver más allá, en lo que es eterno y no efímero, y concentrarse en trabajar por llegar a ser la mejor persona que podamos llegar a ser.

EL TEMPLO DE SALOMON

En 1536, el sultán Solimán, el Magnifico, ordenó efectuar amplios trabajos de remodelación en el Monte del Templo y convirtió en mezquita la iglesia que se había construido en el Monte Sion en los tiempos de la conquista de los cruzados. Al erigir la mezquita, Solimán establecía un vínculo con Salomón el hijo de  shlomó, el sello del rey Salomón. Su función era proteger la ciudad.

El símbolo del hexagrama o figura en forma de estrella formada por dos triángulos, tiene múltiples connotaciones, sobre todo cuando está inscrito en un círculo; en muchas partes del mundo, se le han atribuido poderes sobrenaturales desde épocas antiguas que se le adjudicaron en los últimos siglos, el elemento abstracto de la figura que está conectado con las estrellas celestiales) y su integridad geométrica hacen de él un símbolo universal. Junto con la estrella de cinco puntas o pentagrama, que es de origen mucho más antiguo, el exagrana representa el desarrollo de las matemáticas y la geometría por parte de los griegos y sus sucesores en toda la zona mediterránea.

La conciencia mesiánica del sultán Solimán lo llevó a desarrollar este vínculo de conexión con el rey Salomón. En las murallas que construyó en torno a Jerusalén, hay piedras decoradas con dos triángulos entrelazados, es decir Estrella de David, que entre los musulmanes se conocen con el nombre de Khatam suleimán y, entre los judíos como jatam.

Por medio de la geometría, en la que Pitágoras y sus seguidores veían un simbolismo cósmico, el hexagrama y el pentagrama se convirtieron en expresión del cielo y su reflejo en la tierra. De lo divino y su reflejo en la creación, así como de la conexión entre el cielo y la tierra, el macrocosmos y el microcosmos, el espíritu y la materia.

La civilización islámica constituyó una vibrante encrucijada de culturas por cuyo intermedio los logros del mundo antiguo pasaron a la Europa moderna; por ella se transmitió información de Oriente a Occidente y viceversa, y en su seno convivieron diferentes  grupos étnicos con idiomas y religiones distintos  que contribuyeron al avance de la cultura.

El Sello de Salomón combina la fuerza y  la belleza, el simbolismo y la cualidad ilustrativa; todo ello es una figura geométrica, el motivo característico más importante del arte islámico. El amor del artista musulmán por la geometría, permite expresar la verdadera esencia del sello de salomón como símbolo de conexión entre ambos mundos, en ese contexto simboliza la relación que hay entre la ciencia, la belleza y la metafísica, con elementos de medicina y magia, astronomía y astrología, el arte del regadío y su influencia en el jardín, y la conexión simbólica entre los jardines de recreo y el jardín del Edén, entre el cielo y las cúpulas arquitectónicas y entre la cosmogonía tradicional y su nexo con la religión. También se hallan resumidas en él todas las medidas zodiacales, y las íntimas relaciones que existen entre el Zodíaco y el invencible Sol Central. El génesis sexual del zodíaco está representado en el Sello de Salomón.

Hoy en día, al hexagrama es conocido como la “Estrella de David” y considerado un símbolo definido del judaísmo: el término se utiliza incluso en los países islámicos. Hay cierta confusión en torno a sus orígenes, nombre y asociaciones. En Europa, al pentagrama se le conoce normalmente como Sello de Salomón, mientras que al hexagrama se le llama Estrella de David; muchas veces, se da por supuesto que siempre fue así. Sin embargo, hay evidencias de una evolución gradual del hexagrama de símbolo cosmológico romano a símbolo religioso y mágico no ligado a una religión o a un pueblo específico. Y lo más probable es que ambos motivos fueron utilizados por religiones diferentes y que el significado más claro del hexagrama se encuentra asociado con técnicas mágicas para protegerse de las fuerzas del mal.

Por tanto puedo afirmar que el hexagrama es un símbolo universal  que empezó siendo un símbolo de la comunidad judía. Luego se trasladó a los países islámicos para luego extenderse a Europa y así el Sello del rey Salomón quedó identificado con el pentagrama.


EL SIMBOLO

El Sello de Salomón es uno de los símbolos más potentes que jamás  ha elaborado el pensamiento esotérico. Contrariamente a lo que se podría pensar, el sello no fue inventado por Salomón, si bien tomó su nombre de él, quizá debido a la importancia del símbolo y para darle un rasgo de antigüedad. En cualquier caso se trata de uno de los símbolos esotéricos más importantes y está formado por dos triángulos equiláteros, colocados uno con el vértice hacia arriba y otro con el vértice hacia abajo.

Los dos triángulos representan los cuatro elementos; concretamente, el triángulo orientado hacia arriba simboliza a los elementos fuego y aire, y el triángulo orientado hacia abajo, al agua y a la tierra.

Cuando los dos triángulos llevan en el centro un punto, que simboliza la quinta esencia, representan todos los elementos del cosmos.

En la tradición mágica antigua, el Sello de Salomón se utilizaba como defensa contra los espíritus malignos. El mago llevaba en la prenda que cubría su cuerpo y constituía, junto con el círculo mágico, trazado en el suelo con un espada, una de las mayores defensas con las que contaba durante los rituales de la magia medievales.

Actualmente se puede explicar el efecto del Sello de Salomón a través de la física micro vibratoria moderna. Es un símbolo que emite ondas de formas potentes, reequilibradas y estabilizadoras, debido a la contraposición de los triángulos. La fuerza dinámica emitida por el triángulo con valencia positiva se equilibra con lo del triángulo con valencia negativa, produciendo un campo que tiende al orden.

Esta tendencia al orden intercepta los campos energéticos del lugar o proveniente de una sesión de evocación, con lo cual se recupera la situación de equilibrio.

EJERCICIO ENERGETICO

Hoy en día se puede utilizar el sello de Salomón para el reequilibrio energético de campos alterados Ejemplo de esta experimentación esotérica es el siguiente: En un campo neutro, se pone el teléfono celular no protegido a la altura del cuello, sosteniéndolo con la mano izquierda; a continuación, se efectúa  el test de resistencia  muscular que  consiste en empujar hacia abajo suavemente pero con vigor la muñeca del brazo extendido, pidiéndole que oponga resistencia. El Test, si se realiza correctamente proporciona una respuesta inmediata: situado en un punto geo patógeno,  es decir un sitio de magnetismo de origen terrestre,  el individuo experimentará un claro descenso energético, que se manifestará con la consiguiente reducción de la resistencia. El paso siguiente es colocar debajo del teléfono móvil el sello de Salomón y repetir el test. El brazo que realiza el test debería dar una respuesta clara de mayor resistencia, indicando que el campo físico creado por el teléfono ya no actúa debilitando al organismo.

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