VICTOR MANUEL GUZMAN VILLENA
M:. M:.
PRESENTACION
Ante todo, estimo que
la clave de la vida y de la labor
masónica es la fraternidad. Sin ella, todo afán nuestro, por más progresista e
inteligente que pueda ser, no pasa del mejor nivel de la vida profana. Con
ella, nuestra labor adquiere una trascendencia individual y social muy
particular, que nos aproxima en corazón e inteligencia a los demás hermanos
masones y nos orienta a ver a los demás seres humanos también como hermanos. La
fraternidad es el rescate de nuestra plena identidad humana, por encima de los
prejuicios raciales, religiosos, sexistas o nacionales que por desgracia
campean en la sociedad contemporánea. De ahí que buscamos con todo afán el
fortalecimiento de nuestra fraternidad masónica y la proyección creciente de
nuestro espíritu de solidaridad hacia el mundo profano.
También estimo
indispensable asumir con un total convencimiento la práctica del
enriquecimiento de la tolerancia. Esa gran virtud masónica que marca la
diferencia esencial entre el espíritu masónico y el espíritu profano. Afuera,
en los corrillos de la vida mundana, se agitan encontradas pasiones e intereses
individuales o colectivos, que muchas veces nos dan el triste espectáculo de la
diatriba mutua o el implacable combate entre los humanos. En el fondo de esas disputas
y enconos palpita casi siempre la intolerancia, el irrespeto por las opiniones
ajenas, la agresión u ofensa a todo lo que es diferente, a todos los que son
diferentes.
Lamentablemente en
varias de nuestras Logias Masónicas, que deben ser templos en que se rinda
culto a la Razón, nos empeñamos en levantar
por todo lo alto un espíritu de intolerancia, que no permite escuchar y
entender las opiniones ajenas. Es necesario respetarlas aunque no las
compartamos, y que sepamos respetar a los que son diferentes a nosotros en la
manera de pensar y actuar.
En consideración al
contenido de las palabras anteriores os ofrezco este sencillo trabajo, no con
la intención de que lo toméis como el “Non Plus Ultra” de la interpretación y
forma de trabajar, sino más bien como una sugerencia que sirva de guía para el
mejor desarrollo de los mismos.
Mi querida Logia
Galápagos Nº 31, Oriente de Quito, perteneciente a la Muy Respetable Gran
Logia de los Antiguos, Libres y
Aceptados Masones del Ecuador se ha caracterizado por tratar de cumplir el
ritual con la mayor corrección y solemnidad posible, y por estar razón, ahora
quiero compartir con todos los hermanos mis modestos conocimientos y brindarles
este manual para estudiarlo, corregirlo, modificarlo y difundirlo, a fin de que
con el concurso de luces más brillantes que la mía se pueda tener una verdadera
guía que norme los trabajos de cada Oficial en su taller, y así todos
contribuyamos al mejor desenvolvimiento de la masonería, como escuela de
aprendizaje de las virtudes.
Al entregar esta obra quiero dejar constancia de mi
agradecimiento a los Respetados Hermanos M:.M:. Humberto Nieto, Past:. Diputado
Gran Maestro de la Muy Respetable Gran
Logia del Ecuador, y Carlos Alberto
Eduardo Gravier, miembro de la Respetable Logia Panamericana 397 de la Gran
Logia de la Argentina de los Libres y Aceptados masones, por sus palabras de
aliento llenas de sabiduría y fraternidad para con la masonería, a la que ha
entregado toda su vida, por su valioso comentario al prologar esta obra. A mi
querido padre y hermano fraterno Aníbal Guzmán Lara, hoy fallecido, lo dedico
con cariño y con la profunda fe de que su ejemplo sirva de sendero para
aquellos que a través del trabajo, pensamiento y fraternidad quieren cambiar al
mundo. A mi madre esthela Villena Granizo quien en los momentos precisos me
inculcó el amor y la entrega para con esta noble Institución Masónica y por eso
a ella le debo mi permanencia y mi constancia. Al Q:. H:. Manuel Pérez Rendón
y la Fundación Ecuatoriana para el no
vidente, del cual es su director, por su aporte a la publicación de este
trabajo; y, a todos esas personas especiales que me han apoyado moralmente en
la preparación de la obra.
El
autor
PROLOGO
A LA PRIMERA EDICION
Nuestro Querido y
Respetado Hermano Víctor Manuel Guzmán Villena M:.M:: mediante su gran impulso
de servir, que surge en su corazón y ser espiritual, está apoyando a todos los
miembros de la Institución Masónica, con su especial trabajo titulado
“Oficiales de la Logia”; sosteniendo como causa, la verdad, la justicia y la
libertad. Observa como regla, la igualdad, la caridad y la fraternidad, y
persigue como fines el perfeccionamiento permanente de las funciones que deben
llevar a cabo en todas las Respetables Logias de los Ritos Azules y Rojos.
Respeta y exige la práctica de las virtudes y la conducción de los trabajos
para conseguir una completa realización de los fines directivos que se propone
la fraternidad masónica.
La Masonería acepta
en sus senos a todas las personas libres y de buenas costumbres, de todas las
razas y de todas las creencias, sistemas filosóficos, sociales, etc.; en una
palabra a todos aquellos hermanos dirigentes de cada Logia a fin de que
realicen el trabajo intelectual de sus funciones que están llevando a cabo en
cada tenida. Los trabajos de cada uno de los miembros ejecutivos son los
principios que regulan la vida institucional de la Masonería.
Es interesante
observar que nuestros conceptos y puntos de vista sobre el servicio y su
presentación cambian y se modifican a medida que aumentan nuestros
conocimientos y acumulamos experiencias que nos impersonaliza cada vez más a
medida que reconocemos nuestra unidad entre nuestros hermanos masones y el
prójimo. Ya no es la naturaleza puramente emocional la que nos impele a servir
a nuestros semejantes, sino una fuente superior más inteligente, que
identificamos en la vida misma, la cual activa de acuerdo con planes del Gran
Arquitecto del Universo; de manera que, sin darnos cuenta de ello, sin dejar de
ser servidores en el amplio sentido de la palabra, nos elevamos a la categoría
de colaboradores inteligentes de la vida.
El proceso es, por
decirlo así, de expresión constante; primeramente nos identificamos y servimos
a los hermanos, luego a un grupo de ciudadanos, hasta que con el tiempo nos
acercamos a la vida, es decir al Gran Arquitecto del Universo que no es otra
cosa que el programa humano, o sea el servicio personal ilimitado.
De acuerdo con los
servicios de la Nueva Era, la obra asume con carácter colectivo tanto en su
presentación como en lo que respecta al beneficiario (así puede expresarse). En
otras palabras son grupos los que sirven y es la humanidad entera la
beneficiaria.
Así el Querido y
Respetado Hermano M:. M:. Víctor Manuel Guzmán Villena va penetrando
gradualmente las labores que deben seguir adelante los hermanos masones,
miembros de los directorios de cada una de las logias masónicas, aplicando la
forma de trabajar en los diferentes cargos de cada taller.
Por este motivo, a
esta altura de su desenvolvimiento mediante su libro que se publica con el
titulo de “Oficiales de la Logia”, el Querido y Respetado Hermano Víctor Manuel
Guzmán Villena como servidor ha de cuidar de no perder de vista que es su ser
espiritual, el que actúa, el cual ha trabajado en el mundo objetivo para
mejorar las actividades que cada uno de los hermanos que han sido designados
miembros del directorio de cada logia y aprovechen los consejos dados para
actuar con perfección en cada trabajo de los dirigentes.
De mi parte, felicito
por la capacidad y buena voluntad del Querido y Respetado Hermano M:. M:.
Víctor Manuel Guzmán Villena, al haber preparado este libro para el
mejoramiento de la administración masónica
Humberto
Nieto J.
Past:.
Diputado Gran Maestro
de
la Muy Respetable
Gran
Logia del Ecuador.
PROLOGO
A LA SEGUNDA EDICION
Puede definirse a la
masonería como una ciencia de la moral, con una tradición oral, que enseña su
filosofía mediante un lenguaje compuesto de alegorías y símbolos.
Estos últimos, los
símbolos son la expresión de un lenguaje de carácter universal
y atributos de atemporalidad que
parecen anidar en el corazón de la existencia humana, involucrando valores, tanto como conocimientos.
Interpretar el
símbolo reviste entonces gran importancia para la Masonería, que hace de la comprensión del sentido del símbolo un
camino, una herramienta invalorable para elevarse al conocimiento metafísico
desde lo tangible y lo visible.
El símbolo puede ser
definido como un modelo abstracto de la
realidad, que sin embargo, la inteligencia humana no puede dominar en su
totalidad, elaborando entonces estructuras sucedáneas, que pretenden suplir las
falencias de la mente, en un intento por comprender, su profundo significado,
percibiendo así las verdades inteligibles por medio de la intuición.
Es decir que para el
hombre que aspira a hallar la verdad en
si mismo, el símbolo se torna insustituible, y el trabajo colectivo en
los talleres masónicos, tiende a la
elevación individual de cada uno de los iniciados de la Institución,
impulsándolo a una expansión de conciencia desde la que es posible construir
una nueva visión del mundo y del hombre.
En consecuencia el
trabajo subjetivo cobra valor a partir de lo grupal, en donde el símbolo brilla
con luz propia, y puede ser interpretado de tan diversas formas como cada uno
de los que se aproximen a descifrar sus misterios.
La visión desplegada
en esta obra por Víctor Manuel Guzmán
Villena, es un loable y destacado esfuerzo por exponer cuales han sido
desde los lejanos tiempos, las filosofías y sistemas de pensamiento en los
cuales abrevó la Masonería hasta alcanzar su actual estado de madurez, producto
de la asimilación e integración de conceptos aparentemente disímiles, como lo
es armonizar la ciencia con los principios metafísicos.
Acierta así el autor
cuando afirma que "La masonería rinde culto a la razón, atributo del
hombre, pero no da preferencia al racionalismo puro porque acabaría con los
principios metafísicos…"
Es decir que el
eclecticismo del que hace gala la
Masonería al extraer de cada religión, de cada tradición, de cada Misterio
Iniciático, lo mejor, el meollo más luminoso de cada uno de estos
pensamientos, como la tradición Hindú o
de los Brahmanes, la tradición egipcia, los Misterios de Grecia, de Ceres o de
Eleusis, la Escuela pitagórica con su profunda influencia en la francmasonería,
como también la tradición judía, o el esoterismo cristiano, para citar solo
algunos, que nos llegan como un legado de sabiduría, desde los pretéritos días,
queda desplegado en sucinta y brillante síntesis en las páginas de este
volumen.
La masonería es la
recipiendaria de toda la tradición iniciática de Oriente y Occidente y ha
comprendido sabiamente que su sistema de transferencia de conocimientos a sus nóveles estudiantes a través de alegorías, imágenes y
símbolos, abre la puerta a otra dimensión espiritual que acerca al hombre a la
Verdad en la construcción incesante de su Templo interior.
El lector que se
aproxime a este libro no se sentirá defraudado porque deducirá de él los
fundamentos, los elementos, las justificaciones, los porque, la masonería
guarda con esmero, alguno de sus secretos y debe necesariamente ser discreta.
En síntesis en éstas
paginas, el autor contribuye con maestría a desplegar los elementos que
aproximan al lector, a un conocimiento más profundo de los valores morales y de
los fundamentos históricos que contribuyeron y contribuyen al prestigio del que
goza la francmasonería, reafirmando su
condición de secular y ecuménica.
Pero también pone en
evidencia que la francmasonería es en última instancia una herramienta, un instrumento que puede
llevar al hombre hacia otros planos de una espiritualidad más elevada y
trascendente.
Carlos
Alberto Eduardo Gravier
M:.
M:.
Resp:.
Log:. Panamericana 397
Gran
Logia de la Argentina
De Libres y aceptados Masones
¿QUE
ES LA MASONERIA?
Tantas veces se ha
definido a la Masonería diciendo que “Es la ciencia de la moral velada en
alegorías y esclarecida por medio de símbolos”, que si no fuera por la fuerza
de la definición sería hasta enojoso repetirla; pero ella expresa el principio
exacto, la Masonería: es una ciencia, una filosofía, un sistema de doctrinas
que se enseña de un modo peculiar por alegorías y símbolos y por la práctica de
las virtudes; consideramos ciencia lo que todos entendemos por tal, es decir,
las razones del por qué de las reglas para hacer bien alguna cosa; y por virtud, el ceñimiento a las reglas del
buen vivir y la práctica constante del bien por amor al bien mismo y nada más.
La Masonería es una
institución de índole compleja, que carece de religión, por existir todas en su
seno y no tener, lo que las excluye a todas, sin predominio de ninguna; no
tiene patria, porque ello le quitaría su carácter eminentemente universal;
carece de raza, porque ella subsiste bajo todos los climas; no tiene color,
porque entonces negaría la virtud, cualidad susceptible de encontrarse en
cualquier hombre negro, amarillo o blanco, pobre o rico, grande o pequeño.
Los que afirman que la
Masonería está en pugna con ésta o aquella religión, son personas que ignoran
de todo lo que es la Institución Masónica, y que juzgan tan solo por referencia
o por apasionamiento a ésta o aquella causa. Si la Masonería atacará a alguna
creencia o religión, no habría en su seno individuos que son a la vez creyentes
y masones, no tendría religiosos intransigentes y masones convencidos.
La Masonería deja a
sus miembros la más amplia facultad de pensar y creer; pero se rebela contra
toda invasión fanática, cualquiera que sea la forma en que se presente; pues
todo extremo o exageración en las ideas
o creencias es un vicio que exalta y que se combate sin tregua, teniendo
presente para ello “Que el hombre es libre para todo, menos para ser esclavo”.
La Masonería,
institución altruista y tolerante es a la vez escuela, templo, academia, que a
sus labores intelectuales, añade los principios que rigen en la vida las
eternas enseñanzas de la más sana moral; que práctica las virtudes más elevadas
tratando de hacer efectivo “Amaos los unos a los otros”. Como escuela, es una
institución sobre bases objetivas fundadas en verdades evidentes. En filosofía,
no da preferencia a ningún sistema, porque si es sensualista arruina los
principios espiritualistas; rinde culto a la razón, atributo del hombre; pero
no da preferencia al racionalismo puro porque acabaría con todos los principios
metafísicos que son conocidos y respetados como principios fundamentales de
ideología, por eso vemos que su filosofía es ecléctica, pues así tiene cabida
todos los sistemas sin que exista la preferencia en ninguno; teniendo siempre
presente: Que la verdad es una y que los caminos por donde puede el espíritu
humano llegar hasta allá, son muchos.
La Masonería no ha
ido nunca contra ninguna religión, secta, ideología, idea, creencia ni bandería
política; lo que ha hecho en todo caso es combatir todo fanatismo y toda
superstición; porque esos vicios son la forma más exaltada de la razón, que
pervirtiendo el entendimiento y perturbando el criterio han sido la causa del
extravío de las ideas que han conducido a la humanidad a los errores más
graves; de allí han salido las guerras más crueles, como han sido las guerras
religiosas, de donde nació uno de los hechos históricos fanáticos religiosos
más repugnables que la historia recuerda con horror y se llamó “La
Inquisición”; en el mundo moderno la guerra fratricida en Irlanda, entre
católicos y protestantes; en los pueblos del
Medio Oriente la imposición a la fuerza del Islamismo, etc.
La Masonería ha sufrido
con paciencia y resignación todas las persecuciones que le han hecho sus más
crueles y encarnizados enemigos; ha visto con ojos de piedad a sus detractores;
ha perdonado a todos aquellos que de algún modo la han escarnecido; pues
comprende que no ha podido ser entendida
por todos, y en algunos casos por sus propios adeptos, pues cuando
llegue esa época venturosa en que todos los hombres sepan lo que es la
Masonería, ese día será en la tierra el reinado de la libertad y la justicia
regirá a las naciones y así habrá
cumplido la Masonería su misión y su obra, razón para que la Masonería deje de
ser.
La Masonería no es
una institución benéfica, como muchas que existen con fines de mutuo auxilio;
no, ella ejerce la caridad bajo todas sus manifestaciones; pues la Masonería
cree que, no son sólo mendrugos los que necesita la humanidad: así, pues, un
consejo a tiempo; una observación oportuna; una amonestación conveniente; una
reprensión sin acritud; una corrección sin avergonzar u otro medio cualquiera
de enmienda a las faltas, defectos o extravíos son también obras de caridad que
debemos emplear en favor de los hermanos y amigos. “Compartir las alegrías y
aliviar las penas” son deberes de fraternidad. “no sólo de pan vive el hombre”.
La Masonería rinde
culto excelso a la virtud, adora la verdad, respeta la razón, lucha por la justicia y ama el
derecho, emanaciones del Gran Arquitecto del Universo. Los masones lo
consideran como el ser eterno y
existente y es por ello que el humano es
inmortal, que se prepara en esta
vida para otra eterna y futura, en idéntica contraposición primero con la
filosofía de la antigüedad y luego con las doctrinas religiosas de occidente
que circunscriben la existencia humana a la vida presente.
Por tanto, estas dos
doctrinas: la de la unidad del Ser Supremo y la de la Inmortalidad del Alma
constituyen la filosofía de la Masonería. De ahí que en la historia de la
humanidad siempre encontraremos instituciones y asociaciones que enseñaran
estas verdades de un modo alegórico y simbólico, a pesar de desarrollarse
muchas veces en un ambiente en que predominaba el oscurantismo intelectual y la
degradación de las antiguas religiones politeístas y creo a tener derecho de
sostener que esas acusaciones fueron la inunabula, es decir los predecesores de
la institución masónica, tal como hoy día existe.
Por eso la definición
inglesa llega a lo siguiente: “La Masonería es una ciencia moral, que se
desarrolla y se piensa por medio del antiguo método de enseñanza del
simbolismo”. Esto lo ha afirmado la fidelidad de sus miembros y su propia
perpetuidad.
Puesto que la ciencia
del simbolismo constituye parte importante del sistema masónico, por ser
antigua forma de enseñanza, más extendida en sus primeras épocas y alimentada
por la sabiduría de los caldeos, fenicios, egipcios, la de Zoroastro,
Pitágoras, Sócrates, Platón, para citar nombres y para reafirmar lo antes dicho
nos preguntamos ¿acaso no está todas las ciencias de los egipcios escrita en
simbolismos? ¿No habla la religión
católica en sus escrituras de parábolas? Los antiguos sentían predilección por
la alegoría y la personificación. La sencillez de la verdad se sacrificaba
continuamente en el ornato poético. Y ahora apliquemos esta doctrina a
investigar la naturaleza de la ciencia especulativa derivada del arte
operativo, porque como todos sabemos la Masonería es de dos clases:
Actualmente se
trabaja en la Masonería especulativa; pero los antiguos hermanos lo hacían en
las dos. La operativa aquella que consiste en el arte de la construcción como
fundamento y base para su filosofía. Los gremios de constructores le dieron
vida a esta Masonería y poseían el saber tradicional e iniciático que provenía
de tres fuentes principales:
a) De las
fraternidades creadas por los emigrados de Oriente;
b) De obreros
llevados a Europa por los templarios; y,
c) De los últimos
artesanos bizantinos, más ricos en enseñanzas tradicionales.
En cambio, la
especulativa, nos sumerge en profundas investigaciones sobre diferentes
tópicos. Enseña a dominar las pasiones, obrar rectamente, hablar con
discreción, conservar el secreto, practicar la caridad y el único lazo que une
a la Masonería especulativa con la operativa es el simbolismo.
Y teniendo en cuenta
que el origen de la Masonería especulativa
data de la construcción del Templo de Salomón, que es la espiritualización y la ubicación simbólica
más destacada e importante de la Masonería por el trazado de arquitectura que
constituye la aplicación de sus símbolos. La tradición dice que existían tres
clases de trabajadores en la construcción de este templo, y en la Masonería
especulativa constituye parte fundamental de su vivencia y que son: Aprendices,
Compañeros y Maestros. Y es así como se supone
que cada masón simboliza un templo espiritual y la Logia de los hermanos
representa el universo.
De este breve
análisis de la simbología masónica se
puede sacar las siguientes conclusiones:
1)
Que los masones de la antigüedad, se
dedicaron mientras predominaba en la
institución el arte operativo a construir templos materiales, de los cuales el
más célebre es el de Salomón.
2)
Que los masones dejaron de trabajar en la
construcción de templos físicos cuando la ciencia especulativa sustituyó el
arte operativo y empezaron a laborar en templos vivientes.
3)
El trabajo de todo masón que comprende
debidamente su arte estriba en construir
un templo viviente. Y el trabajo es una palabra importante en la
Masonería, quizás la más importante, porque únicamente trabajando es como el
hombre se convierte en masón. La obra que realizan las logias en sus reuniones
es el trabajo, pero como los masones no edifican un templo masónico visible, ni
una pirámide egipcia, el trabajo debe hacerse visible en obras imperecederas,
es decir que no perece, que supervive al paso del tiempo, de modo que cuando
dejen de existir físicamente se diga que la obra estaba bien hecha.
Así planteadas las
cosas, debemos considerar algunas variables sobre la universalidad de la Orden
Masónica:
En primer lugar, la
Masonería no impone a sus miembros la aceptación de un criterio unitario y
cerrado del universo, porque ello envolvería una actitud dogmática. Entrega a
cada uno de sus miembros la responsabilidad de realizar, con las herramientas
simbólicas que le alarga, en forma de principios, el progreso del ideal humano,
dentro del amplio marco de la ley moral y de la libertad ética, en acuerdo y
consonancia con la autonomía de sus personales convicciones.
En segundo lugar, La
posición universalista viene a ser algo más serio y trascendental que la religión,
ya que siendo los rituales y la simbología muy semejantes en todas partes, su
práctica e interpretación en los diferentes países y tendencias demuestran
grandes diferencias, a pesar de que en tal aspecto -quizás por lo mismo- la
Masonería ha sufrido una mucho mayor influencia de parte de la filosofía que de
los dogmas religiosos.
También ha de
considerarse que, por desgracia, existen las más variadas interpretaciones para
símbolos y rituales casi idénticos. Y digo por desgracia, porque ello ha restado
universalismo a la institución.
Finalmente, por mucha
acentuación que se ponga en el trabajo interior, esotérico e iniciático, la
Masonería no escapa a la influencia y fenómenos sociales, a la cultura, los
usos, costumbres, los niveles de desarrollo, la historia en cada lugar
geográfico, a veces tan diferentes en regiones próximas y mucho más cuando la
distancia y los pasados son más dilatados.
HISTORIA
DEL RITO ESCOCES ANTIGUO Y ACEPTADO
Me permitiré recordar
que de los datos existentes se desprende que al finalizar la primera cruzada,
en el año de 1099, se establecieron en Francia, Prusia y Escocia los grados
sublimes e inefables del Rito Escocés, los cuales por circunstancias
desconocidas permanecieron abandonadas desde 1658, hasta 1758, en cuyo tiempo
se reorganizaron en París y Burdeos las Logias de Perfección. En 1761, las
Logias y Consejos de Grados Superiores se extendieron por toda Europa y
Federico II, Rey de Prusia, aceptó el patronato de las mismas, el cual le fue
ofrecido por la Comisión de Estocolmo, bajo el Título de Primer Soberano Gran
Inspector General e Ilustre Comendador en Jefe de la Orden de Sublimes y
Valientes Príncipes del Real Secreto, y fue reconocido como Jefe del Rito
Escocés. En el año de 1762, se promulgaron las Constituciones y Reglamentos del
Gran Consejo de los Sublimes Príncipes del Real Secreto, para el Gobierno de
todos los cuerpos del Rito Antiguo Escocés, rito que se formaba de 25 Grados,
siendo el más alto de ellos, el de Sublime Príncipe del Real Secreto. El 1º de
Mayo de 1786, Federico II, Rey de Prusia, Soberano Gran Comendador, Gran
Maestro Universal y Conservador de la Antiquísima y muy respetable sociedad de
antiguos Masones o Arquitectos Unidos o sea Orden Real y Militar del Arte libre
del labrar la piedra, o Masonería, con el fin de asegurar y reunir en un solo
cuerpo de masonería todos los ritos del Régimen Escocés existentes, tales como:
Rito Antiguo; Rito de Heredom; Rito del Oriente del Kilwining; Rito de San
Andrés; Rito de los Emperadores de Oriente y Occidente; Rito de los Príncipes
del Real Secreto o de Perfección; Rito Escocés y Rito primitivo, promulgó las
grandes constituciones de 1786, y declaro para siempre reunidos en una sola
orden, las puras Doctrinas de la Masonería del Rito Escocés Antiguo y aceptado
de 33 Grados; El primer grado sometido al segundo, éste al tercero y así
sucesivamente hasta el 33, de Soberano Gran Inspector General, el cual
inspeccionará, dirigirá y gobernará todos los otros. El cuerpo o reunión de
miembros poseedores de este grado formarán el Supremo Consejo, quien será el
conservador de la Orden. Asimismo Federico II, dispuso que después de su
muerte, el poder supremo que hasta entonces le había sido conferido, se
transmitiera en cada País o Nación donde no los hubiera, a un Supremo Consejo.
El 17 de Agosto de 1786, murió Federico II, y de conformidad con lo que dispuso
en las Grandes Constituciones, los hermanos Juan Mirchell y Federico Dalchó
instalaron en Charleston el 31 de Mayo de 1801 el Primer Supremo Consejo de Soberanos
Grandes Inspectores Generales del Trigésimo Tercero Y Ultimo del Rito Escocés
Antiguo y Aceptado; a la fecha, este Supremo Consejo se denomina de la
jurisdicción Sur de los Estados Unidos de América y tiene su residencia en
Washington, D.C.
LOS
TRABAJOS EN EL RITO
El Rito Escocés
Antiguo y Aceptado (R.E.A.A.) es un rito donde se combinan los elementos
simbólicos más tradicionales con una dinámica de funcionamiento ciertamente
expresiva que permite desarrollar junto a un profundo sentido de fraternidad,
un agudo sentido del análisis racional que invita a enfocar la vida con
criterios donde lo espiritual y lo racional se complementan
extraordinariamente.
En las Logias se
representan simbólicamente las leyes que rigen el universo y sus trabajos se realizan
fundamentalmente en dos líneas que se complementan como los brazos de un mismo
cuerpo.
En primer lugar, la
práctica del ritual, permite, en sus grados de Aprendiz, Compañero y Maestro, a
través de una serie de dramatizaciones ritualísticas de antiquísima simbología,
tener una mayor conciencia de las leyes y preceptos de la naturaleza y del universo
de la que descubriría nuestra simple pero atenta observación. Así, el ritual
está estructurado y codificado de tal manera que conforma un hilo conductor, el
cual no sólo puede transmitir un claro y sencillo mensaje general, sino que
puede activar mecanismos subconscientes e inconscientes que generan un elevado
sentido de la trascendencia. Así pues, en este rito tiene una importancia
capital no sólo la práctica del ritual sino también su asimilación espiritual,
psicológica y conceptual.
En segundo lugar,
dentro de los trabajos de la Logia se pone igualmente énfasis en los trabajos
masónicos de tipo intelectual. Los trabajos son presentados por escrito
(planchas) y, una vez leídos en la tenida, son tratados de forma oral y
coloquial entre los hermanos. De esta forma se consigue, a través de las
diferentes apreciaciones u opiniones aportadas, una percepción profunda del
tema tratado, con el consiguiente enriquecimiento y formación masónica que
invariablemente dará sus frutos en cualquier ámbito o situación.
Siguiendo con el
espíritu eminentemente dinámico de las logias de Rito escocés Antiguo y
Aceptado habitualmente forma parte importante, el correspondiente ágape
fraternal o cena realizada fuera de las logias, donde se desarrolla, si cabe en
mayor medida, el profundo sentido de la fraternidad que existe entre todos los
hermanos.
GRADOS
DEL RITO
Los tres primeros
grados, comunes a todos los ritos, se denominan simbólicos, y son administrados
con plena soberanía por las Grandes Logias; sin embargo los grados 4º al 33º,
ambos inclusive, son administrados por los Supremos Consejos.
LOS
GRADOS EN EL RITO ESCOCES ANTIGUO Y ACEPTADO
Masonería
Simbólica
1. Aprendiz
2. Compañero
3. Maestro
Masonería
Filosófica
04. Maestro Secreto
05. Maestro Perfecto
06. Maestro por Curiosidad o Secretario Íntimo
07. Maestro Irlandés o Preboste y Juez
08. Maestro en Israel o Intendente de
Edificios
09. Maestro Elegido de los Nueve o Perfecto
Masón Electo
10. Maestro Elegido de los Quince
11. Sublime Elegido o Electo de las Doce
Tribus
12. Gran Maestro Arquitecto
13. Real Arco
14. Gran Elegido, Perfecto y Sublime Masón
15. Masón Libre, Consejero de Oriente o de la
Espada
16. Príncipe de Jerusalén
17. Masón de Oriente y Occidente
18. Excelente y Perfecto Caballero Soberano
Príncipe Rosacruz
19. Gran Pontífice
20. Orador o Tribuno
21. Caballero Noaquita
22. Caballero Real Hacha o Príncipe del Líbano
23. Jefe del Tabernáculo
24. Príncipe del Tabernáculo
25. Caballero de la Serpiente de Bronce
26. Príncipe de la Merced
27. Gran Comendador del Templo
28. Caballero del Sol
29. Gran Escocés de San Andrés
30. Caballero Kadosch
31. Gran Inspector, Inquisidor, Comendador
32. Sublime Príncipe del Real Secreto
33. Soberano Gran Inspector General de la
Orden
DIGNIDADES
Y FUNCIONAMIENTO DE LAS LOGIAS EN EL RITO ESCOCES ANTIGUO Y ACEPTADO
Las Constituciones de
Anderson publicadas en el año de 5723 para uso de las logias señalaban las
obligaciones de un francmasón extraídas de los antiguos archivos de las logias
allende mares de Inglaterra, Escocia e Irlanda para uso de las logias de
Londres, entre las cuales cito alguna de estos preceptos:
LAS
LOGIAS
“Una logia es un
lugar donde los masones se reúnen y trabajan”. Por consiguiente esta asamblea o
sociedad de masones debidamente organizada es llamada logia y cada hermano debe
pertenecer a una de ellas y someterse a su reglamento y a los reglamentos
generales. Una logia es particular o general, y será mejor comprendida por su
frecuencia y por los reglamentos de la Logia General o Gran Logia que a
continuación se detallan.
En tiempos antiguos,
ningún maestro o compañero podía ausentarse, particularmente si había sido
llamado a presentarse, sin incurrir en una severa censura, a menos que el maestro
o vigilante supiera la necesidad que le había impedido presentarse.
Las personas
admitidas a ser miembros de una logia tienen que ser hombres de bien y leales, nacidos libres y discretos y en edad
madura…
De
los Maestros, Vigilantes, Compañeros y Aprendices
Toda promoción, entre
los masones, está fundada sobre el valor real y el mérito personal solamente, a
fin de que los señores puedan ser bien servidos, los hermanos no expuestos a la
vergüenza, y el Oficio Real no despreciado. En consecuencia ningún Maestro o
Vigilante está escogido por ancianidad sino por sus méritos. Es imposible
describir estas cosas por escrito y cada hermano debe ocupar su sitio y
aprenderlas en la forma peculiar de esta Fraternidad. No obstante los
candidatos deben saber que ningún Maestro puede enseñar a un aprendiz a no ser
que tenga un cargo suficiente para ello a menos que no sea un joven perfecto
sin mutilaciones o defectos en el cuerpo lo que haría incapaz de aprender el
Arte de Servir al señor de su Maestro y de ser hecho hermanos y luego compañero
en su debido tiempo; incluso cuando haya servido durante el término fijado por
la costumbre del país; y aunque sea nacido de padres honrados, a fin de que,
cuando sea calificado pueda llegar al honor de ser Vigilante y más tarde
Maestro de la Logia, Gran Vigilante y por último Gran Maestro de todas las
logias, según sus méritos.
Ningún hermano puede
ser Vigilante si no ha obtenido el grado de Compañero, ni Maestro antes de
haber actuado como Vigilante, ni Gran Vigilante
si no era ya Maestro de una logia, ni Gran Maestro si no era compañero
antes de una elección, que sea también de nacimiento noble o caballero de la
mejor clase o algún eminente sabio o algún arquitecto inteligente u otro
artista nacido de padres honrados y que sea de un singular mérito en la opinión
de las logias. Y para realizar de la mejor, la más fácil y la más honorable
manera su cargo, el Gran Maestro tiene el poder de escoger de su propio
Diputado Gran Maestro, que tiene que ser o haber sido anteriormente el Maestro
de la logia particular y tiene entonces el privilegio de hacer todo lo que el
Gran Maestro, su principal, podría hacer, salvo si el ya nombrado principal
está presente o no impone su autoridad por escrito.
Estos dirigentes o
gobernadores, supremos o subordinados de la antigua logia, deben ser obedecidos
en sus puestos respectivos por todos los hermanos según las antiguas
obligaciones y reglas con toda humildad, reverencia, amor y alegría.
De
la Gestión del oficio durante el trabajo
Todos los masones
trabajan honradamente los días laborables para poder vivir honorablemente los
días de fiesta y el tiempo prescrito por la ley del país; ratificando por la
costumbre observada.
El más experto de los
compañeros será nombrado como Maestro o Inspector de las Obras del Señor, que
tiene que ser llamado Maestro por los que trabajan para él. Los hombres de
oficio deben evitar toda expresión grosera y no darse unos a otros nombres
descorteces si no el de Hermanos o Compañeros y comportarse ellos mismos con
cortesía en el interior y en el exterior de la logia.
El Maestro estando él
mismo capacitado, emprenderá los trabajos del Señor lo más razonablemente
posible y empleará fielmente los materiales como si fueran suyos y no dará
salarios más elevados a ningún otro hermano o aprendiz que no lo merezca
realmente.
Al mismo tiempo, el
Maestro y el Masón recibiendo sus salarios con exactitud, deben ser leales con
su Señor y acabarán honestamente su trabajo, bien sea a destajo o jornada y no
trabajarán a destajo la tarea que de costumbre se haga como jornal.
Nadie conocerá la
envidia ante la prosperidad de un hermano, ni lo suplantará en el trabajo si es
capaz de acabarlo, puesto que ningún hombre puede acabar el trabajo de otro
hombre, con el mismo provecho para el Señor, a menos que esté absolutamente al
corriente de los proyectos y de los planes del que lo ha empezado.
Cuando un compañero
es acogido como Vigilante del Trabajo bajo el Maestro, será a la vez leal con
el Maestro y los compañeros, vigilará cuidadosamente el trabajo en ausencia del
Maestro para provecho del Señor y los hermanos le obedecerán.
Todos los Masones
empleados recibirán sus salarios sin murmurar, ni amotinarse y no dejarán al
Maestro hasta que el trabajo sea terminado.
Uno de los más
jóvenes hermanos será instruido en el trabajo para evitar que no se echen a
perder los materiales por falta de juicio y para aumentar y hacer durar el amor
fraterno.
Todos los empleados
útiles de los trabajos serán aprovechados por la Gran Logia.
Ningún peón será
empleado en el trabajo propio de la Masonería y los Francmasones no trabajarán
con los que no son francos salvo en una urgente necesidad; tampoco instruirán
al peón ni a los masones no aceptados como instruirán a un hermano o a un
compañero.
De
la conducta a observar
a.
En la logia mientras está constituida
No tener comités
privados, ni conversaciones particulares sin permiso del Maestro. Ni hablar de
cosas impertinentes o inconvenientes, ni interrumpir al Maestro o a los
Vigilantes o a ningún otro hermano que habla con el Maestro.
Tampoco comportarse
de una manera ridícula o burlona mientras la logia está ocupada en asuntos
serios y solemnes, y no usar ningún lenguaje inoportuno bajo ningún pretexto,
sino que manifestarse con el respeto debido a nuestros Maestros, Vigilantes,
Compañeros y les demostraremos honor.
Si alguna queja se
presenta, el hermano reconocido culpable se someterá a juicio y a la decisión
de la logia, que es la propia y competente juez de tales diferencias (salvo si
se apelara a la Gran Logia) que debe estar informada, salvo si la obra del
señor debiera mientras tanto sufrir por ello, en aquel caso una acción
particular puede hacerse pero no debes recurrir a la justicia por lo que
concierne a la masonería sin una absoluta necesidad reconocida por la logia.
b.
Conducta cuando la logia ha terminado y antes que los hermanos hayan marchado
Puedes alegrarte con
inocente alegría tratándolos los unos a los otros según nuestros medios, pero
evitando todo exceso, no forzando a ningún hermano a comer o a beber más allá
de su deseo y no privando que se vayan a donde le llaman sus asuntos, no
haciendo ni diciendo nada ofensivo o que pueda privar una conversación fácil y
libre porque esto destruiría nuestra armonía y frustraría muestro laudable
propósito. Así bien ninguna disputa ni querella debe ser llevada tras la puerta
de la logia, sobre todo ninguna querella sobre religión, nación, política o
estado, siendo nosotros solo masones de la religión universal. Somos también
todas las naciones, lenguas, parentescos y expresiones, y estamos resueltamente
contra toda política, no habiendo nunca contribuido a ésta y no pudiendo jamás
contribuir al bienestar de la logia. Esta obligación ha sido casi siempre
observada, pero especialmente desde la “Reforma en Gran Bretaña, por su
alejamiento y separación de la Comunidad romana”.
C.
Conducta cuando los hermanos se encuentran sin extraños, aunque no en una logia
cerrada
Debemos saludarnos el
uno al otro de manera cortés, según lo aprendido, llamándonos recíprocamente
“hermanos”, dándonos libremente mutuas instrucciones oportunas cuando parezca
conveniente, sin ser vistos ni comprendidos, sin invadir el uno el campo del
otro y sin derogar el respeto que es debido a todo hermano, incluso si no es un
masón. Pues aunque los masones sean como hermanos bajo el mismo nivel, la
masonería no quita a un hombre el honor que antes tenía; al contrario, ella
añade honor, especialmente si ha merecido la fraternidad que debe darlo a quien
lo merece y evitar malas conductas.
D.
Conducta en presencia de extraños no masones
Ser prudentes en
vuestra palabras y vuestro mantenimiento a fin que el extraño más perspicaz no
sea capaz de descubrir o de encontrar lo que no conviene sugerir, y algunas
veces nos desviaremos de la conversación y conduciremos prudentemente para el
honor de la Honorable Fraternidad.
E.
Conducta en casa y con vuestro vecindario
Se debe actuar como
conviene a un hombre moral y prudente particularmente no hacer saber a vuestras
familias, amigos y vecinos lo que concierne a la logia. Pero consultar
buenamente vuestro propio honor y el de la antigua Fraternidad de las cosas de
las que no se debe hablar no mencionar aquí. Se debe tener cuidado de vuestra
salud, no quedando juntos hasta demasiado
tarde, no demasiado tiempo fuera de casa, después que las horas de la Logia han
pasado; evitando la glotonería y la borrachera de manera que vuestras familias
no sean descuidadas o perjudicadas, ni vosotros mismos incapaces de trabajar”.
Ya en el análisis del
gobierno de la logia está dirigido por una oficialidad solvente y dispuesta
hacer respetar la autoridad y la solemnidad que los rige, su composición se
rige por las siguientes dignidades:
1.
Un Venerable Maestro que se coloca en el
oriente.
2.
Un Primer Vigilante que se coloca en el Norte
y dirige la columna J.
3.
Un segundo Vigilante que se coloca en el Sur
y dirige la columna B.
4.
Un Orador que se coloca en el oriente, a la
izquierda del venerable Maestro.
5.
Un secretario que se coloca en el oriente, a
la derecha del venerable Maestro.
6.
Un tesorero que se coloca a la izquierda del
Orador, encabezando la columna Sur.
7.
Un Maestro de ceremonias que se coloca
delante y a la derecha del segundo Vigilante.
8.
Primer experto que se coloca en la columna
Norte frente al Maestro de ceremonias.
9.
Segundo experto que se coloca a la derecha
del Primer Vigilante.
10.
Un Hospitalario que se coloca a la derecha
del Secretario, encabezando la columna Norte.
11.
Un Guarda templo Interior que se coloca a la
derecha del primer Vigilante.
12.
Un Guarda Templo exterior que se coloca al
exterior de la puerta de acceso al taller.
Los primero Oficiales
son llamados las Siete Luces del Taller o Oficiales Dignatarios, y gozan de la
prerrogativa de pedir la palabra directamente al Venerable Maestro, y de
ingresan al templo, estando abierto los trabajos. La Logia los recibe de pie y
al orden, y el Maestro de ceremonias los conduce a su puesto. Todos los
hermanos que por derecho se sientan en el Oriente gozan también de esta
prerrogativa.
En los misterios de
la antigüedad, el ceremonial de recepción figuraba las revoluciones de los
cuerpos celestes. Los sacerdotes que presidían las iniciaciones y especialmente
la de Eleusis, se llamaban Oficiales y representaban grandes agentes de la creación,
al igual de lo que sucede hoy en la masonería moderna, que no son más que una
fiel reproducción de aquellas. (1)
Veamos ahora las
funciones de cada uno de los Oficiales:
VENERABLE
MAESTRO
Es la Primera Luz del
Taller y su Presidente. Se sienta en el Trono de Salomón, en el Oriente, y
dirige todos los trabajos de la logia. Es la máxima autoridad y su poder es
absoluto en la logia. En algunos países se lo denomina Presidente de las Logias
Simbólicas; los ingleses le denominan Máster; en Alemania se llama Maestro de
Silla. Pero ya se titule Venerable, ya sea que se le llame Maestro, el primer
mallete o sea la Presidencia es, por lo general, el principal objetivo hacia el
que convergen todas las miradas y todas las ambiciones de los miembros de una
logia “aspiración noble y ambición loable dice un escritor, cuando se inspira
en la lealtad y el amor, el bienestar y progreso de una logia”.
Es el conductor del
ritual de todos los trabajos y es el único que puede hacer uso de la palabra
permaneciendo sentado, salvo el Gran Maestro o su representante.
El Venerable Maestro
es elegido por mayoría entre los miembros del taller, y para ocupar esa función
por lo general debe reunir estas condiciones:
A-
Ser miembro regular de ella, por lo menos
desde tres años antes de la fecha de la elección.
B-
Tener una antigüedad mínima de tres años en
el tercer grado y haber desempeñado con carácter titular durante su gestión el
cargo de Vigilante, Orador o Secretario.
C-
No haber incurrido en irregularidades ni
sufrido sentencia ejecutoriada del Tribunal del Honor masónico.
Todo esto,
naturalmente, además de ser un hombre capaz de dirigir a sus hermanos jamás
debe olvidar que se debe por entero a su logia que le ha honrado con sus votos,
otorgándole su representación y toda su confianza. En la logia solo debe ver a
hermanos, a quienes tratar por igual con amor y fraternidad, y no ver en ellos
a amigos ni enemigos. El es el padre espiritual de sus hermanos y mientras no
venga un veredicto a alterar esta situación, debe tratar a todos los hermanos
por igual. “Parco en la censura y prudente en las alabanzas, ha de procurar que
su imparcialidad nunca pueda ser puesta, ni por un solo instante en tela de
juicio”. (2)
Deberes
1.
Convocar y presidir sesiones.
2.
Iniciar a profanos en los misterios de la
masonería simbólica, afiliará, conferirá grados hasta el tercero inclusive.
3.
Velar por la conservación de la Carta
Constitutiva y la Constitución, Estatutos, Reglamentos y Rituales expedido por
Gran Logia.
4.
Resumir las discusiones, fijar las proposiciones
que deben someterse a votación, pero evitando siempre influir sobre la opinión
de los miembros de la logia y proclamar el resultado de las votaciones.
5.
Velas por el cumplimiento de las
disposiciones de Gran Logia, del Gran Maestro y de los acuerdos del Taller.
6.
Conceder la palabra y retirarla cuando
hubiere motivo para ello.
7.
Decidir en caso de empate, salvo en
elecciones y juicios.
8.
Mantener orden a las discusiones y
suspenderlas cuando la actitud y la personalidad hayan reemplazado a la moderación.
9.
Hacer cubrir el templo a cualquier hermano si
lo desobedeciera reiteradamente.
10.
Designar a los hermanos que deben desempeñar
cargos vacantes y nombrar los adjuntos cuando fueren necesarios.
11.
Nombrar las Comisiones y designar al hermano
que debe presidirlas.
12.
Imponer las penas que establece la
Constitución y los Estatutos.
13.
Firmar las actas y la correspondencia de la
Logia y poner su visto bueno a todo libramiento contra el Tesorero.
14.
Examinar mensualmente los libros que deben
llevar los hermanos Secretario y tesorero y los de éste pasarlos a la
respectiva comisión.
15.
Dar las necesarias facilidades para que los
hermanos Inspectores de la Gran Logia puedan examinar los trabajos, libros de
Secretaría y tesorería de la logia.
16.
Velar e imponerse de la conducta profana de
los miembros del Taller, exigiendo de ellos la más absoluta moralidad y
perfecta honradez, impedir las intrigas y cuidar porque reine la paz y la
armonía entre los miembros de la logia.
17.
Acudir al Gran Maestro en consulta y dar a
éste y a los Inspectores los informes que le pidieren.
18.
Promover discusiones sobre materias que
puedan ser de interés general para la Orden, con sólo el objeto de hacer
presente al Gran Maestro su resultado por vía de indicación, y siempre que de
la discusión habida en la logia resultare la conveniente de la medida
discutida.
19.
Promover estudios y conferencias sobre el
simbolismo de los grados de la masonería y sobre aquellas materias que puedan
ser de provecho e ilustración para los miembros.
20.
Presentará anualmente a la Gran Maestría un
informe detallado de los trabajos efectuados por la logia durante el período de
su cargo.
21.
Los Venerables Maestros han de cuidar de que
la Biblia -la Masonería es laica. Si bien la Biblia preside la mayoría de los
Templos Masónicos entre otros elementos simbólicos, su sentido apunta más a la
Sabiduría que a la religión, a la que respeta y acepta en todas sus
manifestaciones, tanto cristianas como orientales, pero no las adopta como
propias. Nuestra invocación al Gran Arquitecto del Universo las abarca a todas
ellas. La interpretación es personal, como corresponde a librepensadores,
agnósticos y ateos tienen la misma dignidad entre nosotros- sea abierta en sus
Talleres; y, conforme al grado en que se verifica la tenida, en la siguiente
forma:
a.
Para el Grado de Aprendiz en el libro de los
“Salmos”, versículo 133, que expresa: “Mirad cuan bueno y agradable es…”
b.
Para el Grado de Compañero, en el libro
“Amos” capítulo VII, página 8, que dice: “Pondré una plomada…”
c.
Para el Grado de Maestro, en el Eclesiastés”,
capítulo XII que se lee: “Recuerda ahora a tu Creador…” (3)
Su principal cuidado
que el Venerable Maestro debe observar el estudiar el carácter de sus hermanos
para contener prudentemente a unos, estimular a otros y establecer el justo
equilibrio que convenga conservar para
la vida y el movimiento del taller. Siempre vigilante y dueño de sí,
siempre previsor y prudente, se ha de procurar adivinar con su mirada sagaz la
intención y el objeto que guíen a los hermanos en el curso de las discusiones,
siempre pronto para acudir al reparo de cualquier incidente, desagradable que
pudiera surgir de los debates. (4)
El Venerable Maestro
es únicamente un Maestro elegido entre los hermanos masones que conforman la
logia, como miembros dotados de pleno goce, de la calidad y de los derechos
masónicos, y gobierna la logia con la autoridad que éstos le han reconocido y
delegado.
El Venerable Maestro
entre los Maestros, es decir, entre los que son más que los demás, es
simplemente el primero entre sus iguales. Por eso, “No puede ni debe ser
Venerable Maestro, el Maestro envidioso, el apasionado, el rencoroso, el
intrigante”. (5)
Para gobernar
nuestras logias se necesita tener la aptitud del pastor, saber guiar y no caer
en una autocracia ignorante, o en una opresión intolerable, fruto de toda vana
ambición. Siendo nuestra Orden espiritual, no debe ser un gobierno que ate,
sino que liberte y que guíe e ilumine en el sendero de la iniciación
individual, en la verdad y en la virtud. (6)
º
Siendo el Venerable
Maestro el padre o guía espiritual de su Logia, debe preocuparse también por el
adelanto espiritual y el comportamiento moral de sus miembros. El Venerable
Maestro en la ceremonia de iniciación debe entregar al recién iniciado los dos
pares de guantes blancos y debe decir: “Ese par de guantes es para nuestro uso,
y siempre deberéis tenerlos limpios porque jamás deben mancharse con la sangre
de un hermano, o ensuciarse con las malas acciones, y en cualquier momento
podemos pediros que los enseñéis. Y este otro par de guantes blancos es para
vuestra esposa, y jamás debe volver ni siquiera humedecido por las lágrimas de
vuestra esposa o de vuestros hijos”. Y se agrega “Si cualquiera de estos dos
pares de guantes blancos viene manchado, la Masonería será inflexible en el
castigo”. Por lo tanto, el Venerable Maestro debe preocuparse para que los
hermanos del taller tengan siempre sus dos pares de guantes limpios, y si
notara una mancha, debe llamar al hermano y reflexionarlo sobre sus acciones,
como un padre cariñoso reflexiona a sus hijos, para sacarlos del camino del mal
y guiarlos en la senda de la virtud.
La joya del Venerable
Maestro es una escuadra, que simboliza que él por su recta conducta y por su
elevado concepto de las cosas, debe ser
el ejemplo de los demás. Simboliza también la ecuanimidad con que debe regir a
todos los miembros del Taller. La escuadra constituye la norma de su conducta,
la que debe observar siempre porque está sujeta a las reglas inviolables de la
equidad, la razón y la justicia; solo así puede demostrar en cualquier momento
que sabe propagar los sagrados principios de la libertad, del deber y del
derecho, sancionados bajo los sanos preceptos de la moral más pura.
Cuando el Venerable
Maestro ingresa al templo estando abierto los trabajos, la Logia recibe de pie
y al orden, y los hermanos Maestro de Ceremonia y Expertos lo conducen a su
trono en el Oriente donde el hermano Maestro que está presidiendo
accidentalmente le entrega el mallete para que dirija los trabajos. De igual
manera cuando el Venerable Maestro debe cubrir el templo, designa al Primer
Vigilante o al Segundo Vigilante o al
Experto o en ausencia de estos, a un Ex
Venerable Maestro o al Maestro de mayor
edad civil, para que dirija los trabajos, y la logia lo despide de pie y al
orden, y el Venerable Maestro se retira conducido por los hermanos Maestro de
ceremonias Y expertos quienes lo acompañan hasta el Salón de Pasos Perdidos.
PAST
VENERABLE MAESTRO
Este nombre es propio del Venerable Maestro
que deja sus funciones para cederlas al nuevo Venerable Maestro elegido por el
Taller. Pero por extensión se da este nombre a todos los hermanos que han
desempeñado la dignidad de Venerable Maestro durante alguna gestión.
La labor del Past
Venerable Maestro es guiar con sus consejos y su experiencia al nuevo Venerable
Maestro en el gobierno de la logia.
El Past Venerable
Maestro se sienta en el Oriente a la
izquierda del Venerable Maestro y para
hacer uso de la palabra la pide directamente al Venerable Maestro y hace uso de
la misma de pie y al orden.
La joya del Past
Venerable Maestro es una escuadra de la que pende el Libro de la Ley y
simboliza la experiencia que ha adquirido y el conocimiento que debe tener de
la Ley Masónica y de los reglamentos Particulares del taller, lo que lo
capacita para asesorar al Venerable Maestro en sus funciones.
La joya del Past
Venerable Maestro también es representada por una escuadra de la que pende, en
vez del Libro de la Ley, el postulado Nº 47 del
libro primero de Euclides, grabado sobre una plancha de plata suspendida
dentro de un cuadrado. Este postulado es el conocido Teorema de Pitágoras y su
simbolismo es que así como los arquitectos comprobarán la regularidad de una
construcción valiéndose del triángulo rectángulo de proporción 3, 4, 5, así
también el Past Venerable Maestro es el que vigila que todo esté dispuesto y en
orden, juzgándolo todo según su criterio y experiencia.
Cuando ingresa al
Templo estando abierto los trabajos, la logia lo recibe de pie y al orden, y el
Maestro de Ceremonias. Lo conduce a su puesto en el Oriente. En ausencia del
Venerable Maestro solo un Past Venerable Maestro puede dirigir una iniciación o
un aumento de salario o una exaltación.
El Consejo de los
Past Venerables Maestros se debe reunir periódicamente o cuando sea necesario,
para deliberar sobre la marcha del taller y dar los mejores consejos para su
mejor funcionamiento, pero no pueden tomar ninguna decisión sobre el gobierno
de la logia, ya que esta atribución pertenece a la Cámara del Medio.
Se supone que los
consejos de los Past Venerable Maestro a los hermanos del taller deben ser
siempre llenos de sabiduría y de buenas intenciones, y para esto un Past
Venerable Maestro debería estar siempre presente en las tenidas, ya que de otro
modo difícilmente puede darse cuenta del desarrollo y de la marcha de su
taller.
Lamentablemente en
casi todas las logias se observa que los Past Venerables Maestros no concurren
a las tenidas, y solamente se presentan durante las elecciones de la
oficialidad, sin tener así un juicio cabal sobre cuáles son los candidatos que
convienen mejor para la dirección del taller.
Es costumbre en casi
todos los talleres que en su primer período el Past Venerable Maestro no sea
elegido a ningún cargo en la oficialidad, no porque se considere deshonroso el
hacerle ocupar un puesto inferior al de Venerable Maestro que acaba de dejar,
sino porque se considera que son mucho más valiosos sus servicios sentado al
lado del Venerable Maestro para aclararle cualquier hecho acaecido durante su
gestión, y como un guía eficaz por su experiencia.
Atribuciones
1.
Instalar a su sucesor u otro Venerable
Maestro mediante invitación recibida para el objeto.
2.
Presidir la logia por ausencia del Venerable
Maestro y siempre que no estuvieren presentes los Vigilantes.
3.
Hacer iniciaciones y dirigir los ceremoniales
en cualquier logia, previo acuerdo e invitación de ésta. (7)
4.
Presidir el Consejo de Asistencia Masónica y
cooperar con el Hospitalario en todas las obras en que se encuentre empeñado el
taller.
5.
Servirá de defensor de oficio de los hermanos
acusados ante el Tribunal de Honor de la logia.
VIGILANTES
Los vigilantes son
los dos primeros oficiales que siguen en orden jerárquico al Venerable Maestro
y le suceden en la Presidencia de la Logia durante sus ausencias. Este
importante cargo es muy antiguo, pues con distintos nombres ya se lo conocía en
los misterios de la antigüedad. Pero en el siglo IX, cuando los compañeros
constructores alemanes se emanciparon del dominio de los monjes que dependían y
se establecieron para trabajar por su cuenta propia, decidieron reunirse una
vez al mes para tratar de asuntos importantes para el gremio y estas reuniones
eran presididas por el compañero o
director o Venerable Maestro del taller, a quien acompañaban y ayudaban dos
contramaestres escogidos entre los compañeros más hábiles e inteligentes, con
la misión de controlar y vigilar a los obreros congregados, velando por el
orden y la compostura para que nada viniera a turbar el desarrollo de la
reunión, y por esta razón se los llamo Vigilantes.
El Primer Vigilante
es la Segunda Luz del Taller y su primer Vicepresidente. Se sienta en la
columna del Norte, cerca de Occidente y vigila la columna del Sur. Los
hermanos y los compañeros que deseen
hacer uso de la palabra la solicitarán por intermedio del Primer Vigilante. El
es el encargado de dar instrucción a los compañeros y de interrogar en el examen para su
exaltación. También se acostumbra a ser el encargado de contar el contenido del
Tronco de Pobres o también llamado saco de Solidaridad corrido por el hermano
Experto.
El Segundo Vigilante
es la Tercera Luz del Taller y su segundo Vicepresidente. Se sienta en la
columna del Sur y vigila la columna del Norte. Los hermanos sentados en esta
columna solicitarán la palabra por intermedio del segundo Vigilante. Él es el
encargado de dar instrucción a los Aprendices y de interrogar en sus exámenes
de aumento de salario.
Funciones
1.
Son guardianes y conservadores del silencio y
del orden en sus respectivas columnas. Los Vigilantes repiten y transmiten a
quien corresponda las órdenes del venerable Maestro.
2.
Piden directamente la palabra al Venerable
maestro por un golpe de mallete.
3.
En ausencia del venerable Maestro, el primer
Vigilante lo reemplaza en sus funciones, y en ausencia del primero toca al Segundo Vigilante presidir
los trabajos.
4.
Los Vigilantes ayudan al venerable Maestro en
la administración de la Logia; cuidan de que cada uno de los oficiales
desempeñen cumplidamente sus deberes, debiendo siempre hacerse obedecer en las
órdenes que transmitan y den.
5.
Deben instruir a los hermanos de sus columnas
y ayudarlos cuando no pueden contestar libremente a las preguntas de
instrucción.(8)
6.
Su un hermano usare la palabra sin permiso, el Vigilante
respectivo le impondrá silencio con un golpe de mallete, previniéndole que
antes debe perdiera, y que solo el venerable Maestro tiene derecho a
concederla.
7.
Los Hermanos Vigilantes no pueden dejar el sitial sin haber pedido al
venerable maestro que los haga reemplazar, pero cuando los trabajos de la logia
no permitieran llamar la atención al Venerable Maestro y fuera urgente la causa
que motiva su salida, los Hermanos Vigilantes tiene derecho a proveer ellos
mismos a su reemplazante.
8.
No pueden conceder permiso a los hermanos
para salir del Templo. Únicamente el
Venerable Maestro consentirá que salgan los hermanos.
9.
Los Hermanos Vigilantes solo podrán ser amonestados en Logia por el venerable
Maestro en términos que no menoscaben la consideración y respeto debidos a su
rango.
10.
Deben citar a los hermanos de sus columnas a
Tenidas de Instrucción en las que se estudiarán: historia de la Masonería, el
simbolismo y todo lo concerniente a la doctrina y filosofía del grado, debiendo
informar mensualmente por escrito a la logia de sus actividades desarrolladas.
La joya del Primer
Vigilante es un nivel de albañil, que simboliza la equidad que ha de guardar en
sus pareceres, y es el símbolo de la igualdad masónica, a la cual están sujetos
los más encumbrados y poderosos personajes, lo mismo que el más humilde de los
iniciados y que no se distinguen por otro título que el de hermanos.
La joya del Segundo
Vigilante es la perpendicular y recuerda a los Aprendices que deben esforzarse
por superarse constantemente. Simboliza la rectitud que debe resplandecer en
todos los actos y juicios de buen masón, y es también emblema de justicia y
equidad que deben tener todos los fallos emanados de los tribunales Masónicos.
Es costumbre en casi todas las logias que el Segundo Vigilante presida la
Comisión de Justicia en su taller y el Primer Vigilante la de Cultura Masónica,
Ritual y Simbolismo.
Los Vigilantes
manejan el mallete como símbolo de autoridad.
Siempre que los
Vigilantes estén en el pavimento, ya sea entre columnas o para formar la cadena
de la unión, o en cualquier otra circunstancia, el Primer Vigilante debe estar
al lado Sur, y el segundo Vigilante al lado Norte.
El ORADOR
Es el Fiscal del
Taller y su Cuarta Luz. Se sienta en el Oriente y a la izquierda del trono del
venerable Maestro y algo más abajo, de modo que queda a la cabeza de la columna
Sur. So joya es un libro abierto que representa su papel de Fiscal del taller,
guardián y conservador de la aplicación de la Constitución, reglamentos
generales de la orden y de los particulares del taller. Representa el heraldo
de los antiguos misterios y simboliza a la palabra, o sea a la vida.
El cargo de Orador es
el más difícil y delicado de todos, y sus funciones superan en algunos casos
las del mismo Venerable Maestro y a criterio de de Luís Umbert Santos en su
Manual Ortodoxo del Orador Masón: “El Orador puede ser comparado hasta cierto
punto con el Ministerio Público de los Tribunales en el orden profano. Este, si
no puede prevenir los abusos, puede cuando menos denunciarlos, detener y
contrarrestar su acción”.
El Orador viene a ser
el contrapeso del Venerable Maestro. Si el Orador posee un recto juicio y una
sólida erudición, es muy difícil que un Venerable Maestro se equivoque o se
exceda en sus funciones, y la logia no corre el peligro de estar sometida a una
voluntad única; y la libertad, la igualdad y la fraternidad se encuentran
garantizadas. “Desgraciados del taller que viera o sufriera al Venerable
Maestro y al Orador coaligados en su contra”.(9)
Deberes
1.
Cuidar el cumplimiento de los reglamentos
particulares de la logia.
2.
Como órgano oficial de la logia, en cualquier
circunstancia, tanto en logia como fuera de ella, es el encargado de usar la
palabra en nombre de ella.
3.
Tienen la obligación de cerciorarse, antes de
abrirse los trabajos de que las cintas que están en la Biblia estén marcando
los lugares debidos.(10)
4.
Explicar a los iniciados y aumentados el
simbolismo del grado.
5.
Presentar en las tenidas de posesión del
venerable Maestro la memoria anual de los trabajos llevados a cabo en la logia.
6.
Pronunciar en las ceremonias fúnebres,
discursos que recuerden los trabajos y servicios prestados a la Institución por
los hermanos fallecidos.
Las principales
cualidades de un Orador es el buen criterio. Este es preferible a la
elocuencia, pues de nada sirve un Orador con una gran facilidad de palabra y
que entusiasme a los hermanos con sus discursos, si sus conclusiones están
erradas. Por eso se debe elegir para desempeñar el cargo de Orador a un hermano
que piense y juzgue con sano criterio, y que sepa imponer y mantener la
regularidad y la justicia.
Al término de todas
las discusiones en los asuntos a tratarse el Orador debe dar sus conclusiones
para que los hermanos se pronuncien a favor o en contra de ellas, por el signo
de adhesión(11)
El Orador pide la
palabra directamente al Venerable Maestro y éste se la debe conceder cuantas
veces se la solicite. Pero para mantener la equidad y la justicia en los
debates, el Orador no debe expresar su opinión personal en los mismos, para no
influenciar a los hermanos debe simplemente mostrar las ventajas o desventajas
de alguna proposición, y así sus palabras versarán sobre el asunto a tratarse,
y no en pro o en contra del mismo. Terminada la discusión, hará un resumen, y
dará sus conclusiones, que el taller aprueba o rechaza por medio del signo. Los
que estén de acuerdo con sus conclusiones realizarán el signo de adhesión o
asentimiento, y los que no estén de acuerdo, no lo hacen.
Después de las
conclusiones del Orador no es lícita discusión alguna sobre el tema de las
mismas. Por esta razón las conclusiones del Orador deben ser claras, cortas y
convincentes para que los hermanos puedan votar con perfecto conocimiento de
causa y plena convicción, pues una conclusión ampulosa y con palabras
rebuscadas y sobre todo sin convicción crea confusión, quienes no quedan
contentos con las conclusiones del Orador y además se sienten frustrados al no
poder seguir debatiendo sobre el tema para pedir mayor aclaración, y sobre
todo, como sucede generalmente que el Orador pide la aprobación o el voto
favorable, y los hermanos se sienten vulnerados en sus derechos y víctimas de
lo que creen una ley opresiva y autoritaria. Esto es lo que constituye
generalmente el principio de las discordias en los talleres y la semilla de
donde se forman las camarillas y incisiones en las logias. Porque
lamentablemente hay muchos hermanos que piensan que las conclusiones del Orador
se deben acatar sumisa y obligatoriamente. este es un grave error, pues los
hermanos son completamente libres de aceptar o rechazar las conclusiones del
Orador según lo que dicte su conciencia. (12)
El Orador es el
encargado de dar instrucción sobre los símbolos de cada grado a los iniciados
en sus ceremonias. Por tanto tiene la obligación de instruirse y estudiar a
fondo sobre el simbolismo de cada grado, a fin de formarse un buen sistema de
instrucción. Es preferible que en cada ocasión repita sus palabras a que busque
variaciones en sus discursos, sin con esto pierde profundidad. Al Orador no se
le pide palabras bellas sino conceptos claros. Debiera ser norma de todo Orador
el decir unas palabras de instrucción sobre el simbolismo en cada tenida.
Es deber en tenidas
agradecer la presencia de los hermanos visitadores y darles la bienvenida;
también debe rendir homenaje según la ocasión y en los banquetes o reuniones de
los hermanos es el indicado para ofrecer el brindis o hablar en nombre del
taller.
El Orador es el
encargado de celebrar con trozos de arquitectura todas las fiestas y las
ceremonias fúnebres que realice la logia, y estas planchas deben enriquecer los
archivos del taller. Si esta recomendación se cumpliera en todos los talleres,
esta importante colección de discursos podría llegar a ser de inestimable valor
para la investigación posterior de historiadores así como para la historia
monumental y biográfica de la Orden.(13)
El primer cuidado del
Orador debe encaminarse a adquirir un conocimiento profundo del corazón humano.
El Libro de Oradores
de Timón recomienda: “Entrad en materia con sencillez y sacad nuestro exordio
en forma natural del mismo tema de que se trata. No afectéis una falsa modestia
ni un desdén soberbio. No seáis humilde ni altivo, sino veraz”. Y agrega luego:
“Si el que os procedió fue grave, sed gracioso; si fue gracioso, vos sed grave.
Pensad que no siempre es grato escuchar el mismo tono”.
Decálogo
del Orador(14)
1.
Cumplir y observar que se cumplan las leyes,
estatutos y reglamentos de la orden.
2.
Ejemplarizar los hechos legales a fin de
sentar cátedra de cumplimiento.
3.
Fraternizar la exigencia en la observancia de
los derechos de todos.
4.
Exigir el deber y las obligaciones para
merecer el derecho.
5.
Ser imparcial en sus juicios para significar
su cargo.
6.
La rectitud en sus conclusiones le harán
digno de sus representados.
7.
El combate a la anarquía, a la dictadura y a
la imposición, será el punto básico de su actuación.
8.
Criterio y buen juicio en sus resoluciones,
le merecerá el respeto y estimación del pueblo masónico.
9.
Firmeza, seriedad y honradez en el desempeño
de su delicada encomienda, será la divisa característica.
10.
El silencio de su opinión particular en los
asuntos de logia, enaltecerá su actuación.
EL
SECRETARIO
Es la Quinta Luz del
Taller y se ubica a la derecha del venerable Maestro y frente al Orador. Es la
cabeza de la columna del Norte. Su cargo es posiblemente el de mayor trabajo y
el que más ingratitudes acarrea, pero del Secretario depende la imagen que las
demás logias puedan tener sobre la de él. Es el oficial que trabaja más
estrechamente en colaboración con el venerable Maestro para la buena marcha del
taller.
Su joya son dos
plumas de ave cruzadas que simbolizan su trabajo para trazar las planchas de
arquitectura, y que, si con la una se equivoca, con la otra debe corregir los
errores.
De Secretario
dependen el orden y la regularidad de la logia en lo interior en el
cumplimiento de los deberes constitucionales y de la correspondencia con la
Gran Logia, y también del mantenimiento y desarrollo de las buenas relaciones
que la unen con las demás logias de la Obediencia.
Su trabajo es intenso
y debe estar siempre atento al desarrollo de las tenidas para consignar en acta
la fidelidad de las mismas, pero al mismo tiempo debe saber resumir los temas,
pero al mismo tiempo debe saber resumir los temas discutidos para no cansar a
los hermanos con la lectura de actas largas y tediosas. A propósito de esto, se
debe recomendar que la lectura de actas y correspondencia debe hacerse en voz
alta, clara y amena, pues nada hay tan cansado como escuchar una lectura
monótona, descuidada e imperfecta, que hace perder el interés en los que la
escuchan.
La labor del
secretario no termina con las tenidas, pues cuando los obreros, al final de
ellas se retiran, allí comienza a poner en orden y preparar la correspondencia
y las actas para la siguiente tenida. Como una acta no es un trabajo académico
en el que se pueden verter nuevos conceptos y dar rienda suelta a la
imaginación, el Secretario debe tener mucha habilidad y tacto para limitarse a
hacer un extracto de la sesión, con un relato fiel y conciso, en términos que
pueda será bien comprendida la síntesis de la misma, para que no pueda dar
lugar a reclamaciones y rectificaciones.(15)
Deberes
1.
Asistir a todas las sesiones de la logia.
2.
Registrar en los libros respectivos los
procedimientos de la logia.
3.
Llevar un registro de los miembros de la
logia con numeración individual y correlativa y correspondiente a la asentada
en los libros de la Gran Logia.
4.
Registrar por orden alfabético, lo de los
rechazados, suspendidos, expulsados, y además rehabilitados por orden de la
Gran Logia.
5.
Comunicar inmediatamente a la Gran Logia y a
las logias de la jurisdicción, los nombres, edad, patria, ocupación, residencia
y demás generales de todo candidato propuesto a la iniciación, filiaciones,
regularizaciones. Pasarles igual aviso si fueren rechazados.
6.
Remitir mensualmente a la Gran Secretaría, el
cuadro general con indicación de los iniciados, adelantados, exaltados,
afiliados, regularizados, dimisionarios, muertos, suspendidos, expulsados,
durante el lapso, con las respectivas fechas y circunstancias especiales de
cada uno, adjuntando a la vez los correspondientes derechos que deberá de
recabar el Tesorero.
7.
Comunicar anualmente a la Gran Secretaría el
cuadro de los oficiales y la recopilación de los datos indicados en el párrafo
anterior.
8.
Dirigir todas las comunicaciones que acuerde
la logia, cuidando que las dirigidas a la Gran Logia lleven la firma del
Venerable Maestro.
9.
Cuidar de los sellos y archivos de la logia.
10.
Llevar inventario de los muebles, enseres y
demás propiedades de la logia.
11.
Certificar y sellar todo documento que salga
de la logia y legalizar la firma del venerable Maestro.
12.
Es el fiel guardador de los secretos del taller.(16)
Además es obligación
del Secretario mantener el siguiente archivo:
1.
Un Libro de oro para archivar por orden
cronológico los decretos y resoluciones de la Gran Logia y de su Gran Maestro.
2.
Un registro o Libro de Vida para inscribir a
los miembros de la logia por orden de recepción, con datos respecto a edad,
lugar de nacimiento, domicilio, patria, profesión, etc.
1.
Este registro debe ser firmado por los
candidatos en la tenida de iniciación
o filiación.
2.
En la página correspondiente a cada hermano
se anotará la fecha de su iniciación,
aumento de salario, exaltación, cargos desempeñados y todo acto meritorio que la logia acuerde consignar.
3.
Un archivo de actas filiadas para cada grado,
donde se consignará la de todas los tenidas que celebre la logia.
4.
Un Libro de Presencia que se colocará en el
vestíbulo exterior del templo, para la recepción de las firmas de los hermanos
asistentes a las tenidas.
5.
Un Libro de Acuerdos en el que se anotará los
que tome la logia y de carácter reglamentario, expresando loa fecha de la
tenida en que han sido tomados.
6.
Un archivo para la correspondencia.
El Secretario en las
iniciaciones a los distintos grados acompañará al venerable maestro hasta el
Ara portando el cojín sobre el que está la espada con la que el venerable
Maestro recibe y consagra a los recipiendarios.
TESORERO
Es la Sexta Luz del
Taller en el orden jerárquico y tiene su puesto en la cabeza de la columna Sur,
al lado del Orador.
Es el responsable de
llevar y cuidar las finanzas del taller. Es el encargado de las recaudaciones
de fondos y el que verifica los pagos. “Un buen Tesorero debe arreglar su
documentación de manera que forme una perfecta estadística en la que consten
todas las inscripciones y bajas que experimente el cuadro, con esta
especificación de la fecha en que tuvo lugar el movimiento”(17)
Su joya son dos
llaves cruzadas que representan el tesoro de la logia y simbolizan que con la
una guarda los caudales de la logia, y con la otra su reputación.
Deberes
1.
Recibir todos los dineros de la logia.
2.
Llevar cuenta ordenada de ellos en
correspondientes libros.
3.
Pagar los libramientos que acuerde la logia y
con autorización del Venerable Maestro.
4.
Percibir todas las cotizaciones que deben
pagar los hermanos y se hace responsable de ellos, si dejase pasas tres meses
sin poner en conocimiento del taller quienes son los hermanos que se encuentra
debiendo al tesoro.
5.
Bajo su responsabilidad deberá recabar los
derechos correspondientes a la Gran Logia para que por su intermedio sean
entregados al Gran Tesorero, recabando los correspondientes recibos para su
descargo.
Además presentará
cada trimestre el balance de la contabilidad de la logia para que sea examinado
por la Comisión de Hacienda y una vez aprobadas las cuentas, el Tesorero tendrá
derecho a un certificado que compruebe el fiel desempeño de su cargo.(18)
El tesorero debe
ponerse en contacto con los candidatos a iniciaciones o aumentos de salario, o
con sus padrinos, para que se pongan a cubierto con todas las obligaciones del
tesoro, y no debe mostrar complacencia o condescendencia en estas obligaciones,
sin el cumplimiento de las cuales no se puede dar paso a la ceremonia
correspondiente.
Al comienzo de la
gestión el Tesorero debe confeccionar el presupuesto del taller, el que se
presentará a los estamentos correspondientes para su aprobación antes de la
primera tenida ordinaria. Y al fin de la gestión presentará un balance general
donde se pueda ver el movimiento económico de la logia durante el cumplimiento
de su función. Es conveniente que tanto el presupuesto como el balance general
se distribuyan por escrito a los hermanos del taller.
EXPERTOS
Son la Séptima Luz
del Taller en su orden, y se sientan, el primero en la columna del Norte junto
al Hospitalario y el segundo a la derecha del Primer Vigilante.
Sus funciones
simbolizan la protección interna y externa que proporcionan para los trabajos
en logia, al comprobar antes de abrir los trabajos si están a cubierto de la
indiscreción de profanos o de hermanos de grado inferior al que se está
trabajando. Llevan una vara en la mano derecho.
Las joyas son: en el
Primer Experto un martillo; el segundo experto una llana de albañil o bailejo.
Deberes
de los expertos
1.
Dispondrán lo necesario para las ceremonias
2.
Prepararán y guiarán a los candidatos hasta
el momento que pasen a prestar su juramento.
3.
Cuidarán que los hermanos observen en sus
columnas la debida compostura y que obedezcan las órdenes del Venerable
Maestro y de los hermanos Vigilantes.
4.
Circularán con los sacos de proposiciones y
solidaridad.
5.
Impedirán la entrada al templo de todos los
hermanos visitadores o de la logia que posean grado inferior al que se trabaja.
MAESTRO
DE CEREMONIAS
Es el oficial de la
logia encargado de advertir y de dirigir el ceremonial que debe observarse en
los trabajos, fiestas, banquetes y demás ceremonias que se acostumbran en una
logia.
El Maestro de
Ceremonias deberá hacer un estudio profundo y concienzudo del simbolismo, de la
doctrina y muy especialmente de la
liturgia, prácticas, usos, costumbres y ceremonias universalmente admitidas y
practicadas en los distintos ritos y por las distintas potencias sobre la
tierra.
El taller deberá
consultarle siempre en todo lo que tenga relación con el ceremonial, puesto que
los Maestros de Ceremonias son los especialmente encargados, tanto dentro como
fuera del templo, de hacer los honores en nombre del mismo.(19)
El Maestro de
Ceremonias se sienta en la columna del Sur, delante del tesorero y pide la
palabra al primer Vigilante.
Su joya es dos reglas
o dos bastones cruzados enlazados por una cinta y simboliza la rectitud con que
debe dirigir las ceremonias ritualísticas que le ordene en venerable Maestro.
Es interesante notar que según los ritos hay diferencias en las joyas del
maestro de ceremonias. Así por ejemplo, se la describe como “un compás abierto
con un sol entre sus ramas” (20) O bien por una luna, cuyo significado es
que así como la luna cambia en el firmamento, el Maestro de Ceremonias es el
único funcionario en la logia que puede marchar por la derecha o por la
izquierda, sin romper el orden establecido para andar por el templo. El
Diccionario Enciclopédico de la Masonería la describe y presenta en sus
ilustraciones con dos espadas cruzadas, mientras que para un experto dice que
la joya son dos reglas enlazadas por una cinta, pero más adelante aclara que en
otros rituales es al revés, como en el Escocés Antiguo y Aceptado.(21)
El Maestro de
ceremonias lleva además como parte de su decoración un báculo en la mano
izquierda.
Deberes
1.
Cumplir y hacer cumplir todo el ceremonial
masónico.
2.
Invitar a los hermanos del taller y
visitadores ya conocidos a pasar para la apertura de los trabajos del día,
cuidando que los primeros estén con sus joyas respectivas y que todos ocupen el
puesto que le corresponde.
3.
Retejer por orden del venerable Maestro a los
hermanos visitadores que lo hagan.
4.
Cumplir con escrupulosidad todo lo que sea
ordenado por el Venerable Maestro.
5.
Acompañar a las comisiones y visitadores
desde su entrada al templo hasta que ocupen el lugar que les designe el
Venerable maestro.
6.
En los banquetes cuidarán que tanto los
oficiales como visitadores y demás
hermanos ocupen sus respectivos lugares.(22)
También tiene la
obligación de cuidar de que el templo y sus ornamentos se hallen debidamente
preparados antes de la tenida.
El Maestro de
Ceremonias es también el encargado de hacer firmar las actas después de leídas
por el Secretario y aprobadas por los presentes en la tenida, y debe hacer en
este orden: Venerable Maestro, Primer Vigilante, segundo Vigilante,
Orador, y finalmente por el Secretario
donde deposita el acta y luego de
verificar que éste firme, regresa a su sitio e informa al venerable Maestro que
el acta ha sido suscrita.
También es el
encargado de llevar los mensajes del o al Venerable maestro, cuando éstos no
deben transmitirse por intermedio de los Vigilantes.
Como hábil Maestro
debe portarse según las circunstancias, solícito, afectuosos o simplemente
atento y cortés.
Como en logia casi
nunca recibe más órdenes que del Venerable Maestro, jamás debe perder de vista
al Oriente, para que con una sencilla mirada o signo del Venerable Maestro
pueda acudir a ejecutar sus órdenes inmediatamente.
Recomendaciones
para el ceremonial
Al abrirse los
trabajos en la logia el Maestro de Ceremonias es el encargado de encender las
luces correspondientes al grado en que se trabaja, exhibir la Carta
Constitutiva y abrir el Libro, aunque en algunos Orientes señalan a los
diáconos como encargados de abrir los Libros y Pasajes en la parte
correspondiente. Al cerrarse los trabajos debe apagar las luces, dar vuelta la
carta y cerrar el libro; después recoger las joyas y ornamentos para
guardarlos.
En muchas logias
acostumbra el Maestro de Ceremonias para abrir y cerrar el Libro del Primer
Grado arrodillarse con la izquierda sobre el cojín, formando un compás,
mientras que con la pierna derecha forma una escuadra y el Libro Sagrado
abriendo en el Evangelio de San Juan y la escuadra estará sobre el compás.
En Segundo Grado se
arrodilla sobre la derecha formando un compás y con la pierna izquierda forma
una escuadra y el libro abre en Amós 7:7, y la escuadra y el compás estarán
entrecruzados con la pierna izquierda del compás sobre el brazo derecho de la
escuadra.
En el Tercer Grado se
arrodilla sobre ambas piernas y el Libro en el Cantar de los Cantares de
Salomón, y el compás estará sobre la escuadra.
Estas posiciones
recuerdan las del juramento de cada grado.
En algunos rituales
se abre en cualquier página al azar, porque como en todo el Libro representa la
ley, cualquier página es buena para ser abierta sobre el ara. También podemos
mencionar que en otras logias se acostumbra a poner sobre el ara la
Constitución Política del país, en vez de la Biblia, para representar al Libro
de la Ley, esto sucede generalmente en México y Francia. En otras logias existe
el Libro Blanco, para quienes se declaran librepensadores o practican otro
religión que no sea la que utiliza la Biblia como su Libro Sagrado y de esta
manera testimonian la universalidad de dogmas de la Masonería.
El Maestro de
Ceremonias debe siempre tener el báculo en la mano izquierda para circular por
la logia, incluso para hacer firmar las actas, pues el báculo es parte
importante de su decoración y es el símbolo de su cargo conjuntamente con la
joya.
Cuando el Maestro de
Ceremonias juntamente con los expertos deben escoltar a algún hermano o a una
delegación, o a la insignia patria entre
columnas, el Maestro de Ceremonias debe colocarse a la izquierda, del lado de la columna B, y
los expertos atrás. En general, siempre que hermanos estén entre columnas, o
frente al Ara, en el pavimento, el de mayor jerarquía se colocará a la derecha,
y el otro a la izquierda; y si son varios hermanos que estén entre columnas, el
de mayor jerarquía se colocará al centro, y los otros se colocarán
alternativamente según su rango, uno a la derecha y otro a la izquierda del
principal que estará al centro.
Cuando el Maestro de
Ceremonias deba conducir al Oriente a las delegaciones visitantes, si estas
vienen solamente acompañadas por el presidente de la delegación, lo conducirá
tomándolo con la mano derecha el brazo izquierdo o de la mano izquierda; pero
si además están el Venerable maestro o los Ex Venerables Maestros entonces el
maestro de ceremonias invitará con un gesto de la mano derecha a que los
hermanos se dirijan a Oriente y los escoltará sin tomar del brazo a ninguno de
ellos.
Pata las tenidas de
iniciación o aumento de salario, debe tener preparado todos los elementos
necesarios para el desarrollo de las mismas, con la anticipación suficiente que
la solemnidad de la ceremonia requiere. Y en los banquetes, el Maestro de
ceremonias es el encargado de ubicar a los hermanos en los puestos que les corresponde
de acuerdo al cargo que ocupan o a la jerarquía que tienen.
Cuando el maestro de
Ceremonias y los Expertos ingresan conduciendo a las delegaciones que acompañan
a la Gran Logia, el Maestro de Ceremonias entra encabezando la columna del
Norte, el Primer Experto encabezando la columna del Sur.
Cuando el Gran
Maestro se presenta a visitar una logia, el Maestro de Ceremonias y los
Expertos salen a recibir al vestíbulo exterior y lo introducen bajo la Bóveda
de Acero y al batir de malletes del Venerable Maestro y de los Vigilantes,
después del saludo el Venerable Maestro bajará hasta el pavimento y le dirigirá
una breve alocución de bienvenida y le ofrecerá el mallete para que dirija los
trabajos, y les conducirá hasta el Oriente. Al retirarse el Gran Maestro se le
tributará los mismos honores que a su llegada. Todos los hermanos deberán estar
en pie y al orden en ambos casos. Iguales honores recibirán el Soberano Gran
Comendador del Supremo Consejo, el Diputado Gran Maestro, los grandes
dignatarios de la Orden, los miembros del Supremo Consejo del Grado 33; siempre
que vengan revestidos con las insignias de su grado, pero a ellos no se les
ofrecerá el mallete. Serán recibidos de pie y al orden y conducidos al Oriente,
los siguientes hermanos: Los Venerables Maestros de las logias de la
Obediencia y de la Correspondencia; el
Venerable Maestro cuando llega a las tenidas después de abiertos los trabajos;
los Ex Venerables Maestros y Miembros Honorarios; el Maestro que preside una
comisión; los hermanos de grado 30º, 31º y 32º, siempre que se presenten con
sus insignias que les corresponden; el hermano Diputado representante de la
Gran Logia.
También serán
conducidos de pie y al orden y conducidos a sus puestos y columnas cuando
llegan a la tenida después de abiertos los trabajos, todos los hermanos que son
Luces del Taller; también los hermanos de los grados 4º al 29º inclusive,
siempre que se presenten con las insignias de su grado, y se los conducirá a la
cabecera de la columna Sur.
Fuera de los honores
prescritos, los Venerables Maestros de las logias podrán tributar a los
hermanos visitadores los honores que juzguen convenientes, de acuerdo a su
jerarquía.
Cuando el Gran
Maestro ya está en el templo, no se rendirán honores a ningún otro hermano con
la única excepción del Soberano Gran Comendador. Cuando el Gran Maestro y el
Soberano Gran Comendador se presentaren simultáneamente a visitar una logia, el
Venerable Maestro dispondrá que sea recibido primero el Soberano Gran
Comendador y luego el Gran Maestro.
Cuando el Gran
Maestro se presente a visitar una logia, se deben suspender todos los trabajos,
incluso la lectura del acta y se lo debe recibir con los honores
correspondientes.
Al formar la Cadena
de la Unión en muchas logias del rito se
prescribe que el brazo derecho debe cruzarse por encima del izquierdo, y el
orden en que deben situarse es el siguiente: El Venerable Maestro al
Oriente, los Vigilantes al Occidente y
juntos, salvo algún hermano reciba un grado, en cuyo caso éste se coloca entre
los dos Vigilantes; el Primer Vigilante estará siempre del lado Sur y el
Segundo Vigilante del lado Norte; el Maestro de Ceremonias se coloca al lado
del Primer Vigilante y anuncia al Venerable Maestro que la cadena está cerrada;
los demás hermanos se colocan frente a sus puestos hasta cerrar la cadena.
Cuando hay más hermanos en una columna que en la otra, se acostumbra a que
algunos de ellos pasen a equilibrar la columna del menor número. En otras
logias el venerable Maestro al formar la cadena no cruza los brazos sino que
los extiende porque irradia luz.
El cargo del Maestro
de Ceremonias es uno de los más hermosos y el que más lucimiento da un taller,
cuando está correctamente desempeñado, y para esto es necesario que el hermano
que lo ocupe estudie a fondo el ritual y dirija el ceremonial con toda
solemnidad.
HOSPITALARIO
Es el hermano
encargado de visitar, cuidar y socorrer a los miembros del taller y aún a los
profanos que el taller le encargue. De la acertada elección del Hospitalario
depende que el fin filantrópico que enaltece a la Masonería no quede
desvirtuado por falta de tacto o por negligencia en sus funciones.
El Hospitalario se
sienta a la cabeza de la columna del Norte, a la derecha del Secretario y
frente del tesorero, y para hablar pide la palabra al Primer Vigilante. Su joya
es una mano abierta o una arpa, símbolo de socorro y fraternidad.
Obligaciones
1.
Es el encargado de mantener contacto con los
hermanos o sus familiares
2.
Visitará y asistirá a los hermanos enfermos o
en desgracia e informará a los demás hermanos sobre estos infortunios.
3.
Igualmente debe cumplir los encargos del
Venerable Maestro siempre que sean inherentes a su cargo.
En muchas logias, el
Hospitalario es el responsable por los fondos que recibe del Saco de Pobres y
cuyos fondos son totalmente independientes
de los del tesorero, y están destinados exclusivamente al socorro de los
necesitados y a obras de beneficencia, y no pueden dedicarse a otro objeto bajo
ningún pretexto.
El Hospitalario lleva
un registro de los hermanos a quienes ayuda, pero éste no debe dar a conocer al
taller, sino únicamente a las tres primeras luces del mismo.
La idea del tronco de
Pobres nació en la Masonería Operativa, en la que se llamaba el saco de la
Viuda, y que corría entre los miembros de la logia cuando algún hermano
fallecía, para entregar esa recaudación a la viuda y así aliviar siquiera en
parte su aflictiva situación. En la Masonería Especulativa se le llama el
tronco de Pobres, porque su producto sirve para obras filantrópicas y se
recomienda a los hermanos meter la mano
cerrada en el saco, abrirla dentro del saco, y luego retirar la mano cerrada
del saco, porque así, en un acto de humildad, nadie sabe cuando ha depositado
un hermano, y además da la oportunidad de que si un hermano esta necesitado,
pueda retirar del saco el dinero que le aliviará sin sentirse avergonzado ante
sus hermanos.
GUARDA
TEMPLO INTERIOR
Es el hermano
encargado de vigilar la seguridad interna del taller mientras los hermanos se
entregan a los trabajos. Su función es anunciar al Primer Vigilante el ingreso
de los hermanos al taller y cuidar que estén debidamente vestidos con sus
respectivas insignias y decoraciones del grado.
El Guarda templo
Interior no debe permitir la entrada al templo de los hermanos en los
siguientes casos:
1.
Cuando se lee el acta.
2.
Cuando el hermano Orador da sus conclusiones.
3.
Cuando el Venerable Maestro resume las
discusiones y fija las proposiciones.
4.
Cuando se realiza una votación o su
correspondiente escrutinio.
5.
Cuando se desarrollan las ceremonias de
iniciación, aumento de salario y Exaltación.
6.
Cuando la logia se encuentra ocupada en
trabajos que exigen silencio y atención.
Sin embargo cuando el
Gran Maestro se presenta a las puertas del templo, el Guarda Templo Interior previo
aviso del Guarda templo Exterior debe interrumpir la tenida y anunciarlo, y el
venerable Maestro suspende momentáneamente los trabajos y lo recibe con los
honores correspondientes.
Para anunciar que
llaman a las puertas del templo, el Guarda templo Interior debe pararse entre
columnas y poner a la orden.
En las ceremonias de
iniciación, aumento de salario y exaltación debe estar siempre presto a ayudar
a los Expertos para que se desarrolle de la mejor manera y con solemnidad
dichas ceremonias.
Su joya es dos
espadas cruzadas que simboliza la seguridad para el desarrollo de los trabajos
a cubierto de oídos indiscretos. Siempre debe portar en su mano izquierda la
espada.
GUARDA
TEMPLO EXTERIOR
Cumple las mismas
funciones del Guarda templo Interno pero desde el exterior del taller,
comunicándole al Guarda Templo Interno sobre el ingreso de los hermanos y
visitadores al interior del templo, mediante tres golpes a la puerta.
Sus funciones
primordiales son comprobar que la logia esté a cubierto y acompañar al Maestro
de Ceremonias a revisar el parvis del templo.
Cuando existen
visitadores que no conozca la logia o que lleguen por primera vez debe revisar
la documentación y anunciarlos a la puerta del templo. También acompañar al
reteje correspondiente al maestro de Ceremonias o el oficial que haya dispuesto
el venerable Maestro.
Su joya es una
espada.
De acuerdo a la
ritualidad debe permanecer durante la tenida cuidando el exterior del templo,
pero se ha hecho norma que esté en su interior junto al Guarda templo Interior
y piden la palabra al Primer Vigilante.
NOTAS
1)
Diccionario Enciclopédico de la Masonería;
Lorenzo Frau Abrines y Rosendo Arús Arderiu, México, 1995.
2)
Diccionario Enciclopédico de la Masonería;
Lorenzo Frau Abrines y Rosendo Arús Arderiu, México, 1995.
3)
Estatutos Codificados el 25 de enero de 1965
e:.v:. en vigencia de la Gran Logia de Ecuador.
4)
Diccionario Enciclopédico de la Masonería;
Lorenzo Frau Abrines y Rosendo Arús Arderiu, México, 1995.
5)
Guía del Maestro Masón; Luis Umbert Santos,
México, 1988.
6)
Guía del Maestro Masón; Luis Umbert Santos,
México, 1988.
7)
Estatutos Codificados el 25 de enero de 1965
e:.v:. en vigencia de la Gran Logia de Ecuador.
8)
Estatutos Codificados el 25 de enero de 1965
e:.v:. en vigencia de la Gran Logia de Ecuador.
9)
Lo que debe saber el Orador, Editorial Menphis, México, 1991.
10)
Estatutos Codificados el 25 de enero de 1965
e:.v:. en vigencia de la Gran Logia de Ecuador.
11)
Cfr.
Manuel Ortodoxo del Orador Masón, Luis Umbert Santos, Editorial Pax, México,
1988
12)
Diccionario Enciclopédico de la Masonería;
Lorenzo Frau Abrines y Rosendo Arús Arderiu, México, 1995.
13)
Cfr. Lo que debe saber el Orador, Editorial
Menphis, México, 1991.
14)
Cfr. Lo que debe saber el Orador, Editorial
Menphis, México, 1991.
15)
Diccionario Enciclopédico de la Masonería;
Lorenzo Frau Abrines y Rosendo Arús Arderiu, México, 1995.
16)
Estatutos Codificados el 25 de enero de 1965
e:.v:. en vigencia de la Gran Logia de Ecuador.
17)
Diccionario Enciclopédico de la Masonería;
Lorenzo Frau Abrines y Rosendo Arús Arderiu, México, 1995.
18)
Estatutos Codificados el 25 de enero de 1965
e:.v:. en vigencia de la Gran Logia de Ecuador.
19)
Diccionario Enciclopédico de la Masonería;
Lorenzo Frau Abrines y Rosendo Arús Arderiu, México, 1995.
20)
Cfr. Los 27 temas del maestro masón, Adolfo
Torrones Benítez y Alonso León García González, Editorial Aries, México.
21)
Diccionario Enciclopédico de la Masonería;
Lorenzo Frau Abrines y Rosendo Arús Arderiu, México, 1995.
22)
Estatutos Codificados el 25 de enero de 1965
e:.v:. en vigencia de la Gran Logia de Ecuador.
Hola:
ResponderEliminarAcabo de ver tu blog.
Espero que visites mis blogs, son fotos de mi pueblo, de España y de Italia y Francia:
http://blog.iespana.es/jfmmzorita
http://blog.iespana.es/jfmm1
http://blog.iespana.es/jfmarcelo
donde encontrarás los enlaces de todos los blogs.
UN SALUDO DESDE ESPAÑA.
Estoy muy agradecido por su publicación, me ha hecho comprender muy claramente la razón de la existencia de la masonería, así también os felicito por haberse atreviso a publicar en la red dicho documento, ya que de esta forma la masoneria deja de tener sacretos, un saludo desde Rancagua, Chile. JC
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