VICTOR MANUEL GUZMAN VILLENA
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Para que un barco, amarrado en el puerto, pueda surcar los mares, es necesario soltar las amarras. Igual, el humano para sentirse libre y pleno de vida, necesitar renunciar, soltar los tentáculos apropiadores. Es decir luchar por tener un mundo justo por endé será más feliz, pero hay que luchar sin esclavitudes interiores poniendo pasión por la vida.
Desasirse equivale a tratarse a sí mismo y al mundo con una actitud apreciativa y reverente; no malgastar energías; avanzar hacia la seguridad interior y la ausencia de temor; caminar incesantemente de la servidumbre a la libertad. Y libertad significa dar curso libre a todos los impulsos creadores y benevolentes que yacen en el fondo de nosotros.
Son los renunciantes al apego y los desprendidos de sí mismos los que entran en contacto con la verdad. Y verdad es igual a libertad. Son ellos, los sabios, los despiertos, los que renuncian a las ficciones egolátricas, los que poseerán el reino de la serenidad.
Despertar es en alguna medida dejar de sufrir
Al quitarse el velo y soltar las amarras adhesivas, las facultades mentales comienzan a funcionar sin inquietud, apaciblemente. Al desprenderse no se altera la actividad del humano, pero si el tono interior, el clima general.
Cuando el hombre queda desposeído, una gran libertad se apodera al instante de todo su ser, sintoniza fácilmente con la realidad y la percibe en plenitud. No solo percibe objetivamente el mundo, sino que, al soltarse de sí mismo, entra en la gran corriente unitaria, en el reino del amor. Con otras palabras, al dejar de aferrarse a sí mismo, adquiere esa formidable facultad de receptividad o acogida.
Como el corazón vacío no abriga codicia alguna ni alienta interés sobre las criaturas, primeramente las contempla en su esencia, virginalidad: la rosa es fragante; NN, sencillo, inteligente; las nubes benéficas; la actuación de NN ha sido notable: las acciones de gobernantes favorecen a todos. En segundo lugar, una profunda corriente de unidad y amor se establece entre los seres y los renunciantes y desprendidos, porque ese vacío ofrece un amplio espacio de libertad, y un gran movimiento de retorno, porque allí son acogidas en una gozosa unidad, ya que allí hay amor y se abre delante de nuestros ojos el camino real de la liberación, de desprendimiento o libertad frente al mundo exterior. Como resultado, no se siente turbado por la percepción de las cosas o su recuerdo, ni amenazado por los sucesos presentes o pasados, y así el desposeído se instala definitivamente en la región de la serenidad.
Y con esa serenidad y bondad dentro si puede comprender que la vivir es sumergirse en la gran corriente de la vida, participando de alguna manera del pulso del mudo, mirar con toda veneración y ternura a todos nuestros semejantes. Sentir gratitud y reverencia a la naturaleza, al medio ambiente, al universo porque son parte de nuestras vidas, ya que convivimos con ellos. Cuando el corazón del humano se haya desprendido de sus lastres y pertenencias en demasía, haya renunciado a la codicia de poseer; en suma, cuando se haya purificado de todo aquello que envenena las fuentes de su existencia, aquel día haremos retornado a la primera aurora en que “todo es bueno”.
Si nuestro corazón es luz, todo se vestirá de luz. De las cumbres no bajan aguas turbias, sino transparentes; se vuelven turbias cuando van recogiendo en su trayecto basuras, impurezas, pero en general el rio como nuestro corazón tiene un instinto primario de agradar, de ser buenos, esa es su tendencia natural, la de la autenticidad. Vivir es un privilegio y la existencia una fiesta. Por tanto es bueno ser feliz, y si no eres feliz, búscalo, lo encontrarás, todo depende de ti.
Asi habla la naturaleza del hombre que es bueno de atitud.Siempre ver el natural como cosa sabia y a no sabia como experiencias vindoras para asi si ajudar y ajudar nuestro semellante cuando en nuestro camiño pousar sus allas en la su llegada .Para termos siempre palabras de positivismo es necesario ter en su interior comprención y paz dentro de nosoutros. Felicitaciones mui bueno texto. Abrazos desde Brasil
ResponderEliminarEl camino hacia el conocimiento a la paz interior es una disciplina ardua, pero vale la pena, hermoso escrito muy aleccionador
ResponderEliminarAC
QUE PUEDO DECIR ,DE LA LIVERTAD,PONDRE EN PRACTICA,LAS ,PALABRAS DEL ALQUIMISTA, CEGURO TODO SALDRA MUY BIEN , GRACIAS BESITOS
ResponderEliminarABROJITO
27/5/09 HS19,22
Querido Víctor Manuel:
ResponderEliminarUna vez mas ha sido un verdadero placer leer tus apreciaciones de la vida. El mensaje que nos entregas esta lleno de positivismo y de esperanzas en que la felicidad esta a nuestro alcance si hacemos el esfuerzo de progresar en nuestras niveles internos. Con una magnifica frase final... TODO DEPENDE DE TI.
Sabes no te había leído antes y he quedado encantada con tus reflexiones porque estan llenas de sabiduria, el hombre debe volver a tener la mirada limpia de un niño de esa manera resumiria yo tu trabajo, debe tener la mirada del recien nacido libre de contaminación, donde el sol esta libre de nuves, donde se logra ver con los ojos del ala.
ResponderEliminarfelicitaciones señor, excelente trabajo, un besito
libre es el que se siente como tal mas estamos atados a nosotros mismos nuestras ansias de ser mas de querer mas y eso es dificil de contentar prescindir de ese materialismo indome que nos atrapa cada dia esa es la realidad no nos quedemos atrapados en mediocres mentiras mas avancemos hay tanto por descubrir besitos maria
ResponderEliminarPrimero de todo, por favor no publiques estas palabras.
ResponderEliminarHola, Victor Manuel yo soy Nieves y me pongo en contacto contigo para invitarte a mi casa virtual porque he quedado fascinada leyéndote y estaría encantada de recibirte si alguna vez quieres compartir(te)con nosotros.
http://elparador.creatuforo.com/index.php
En cualquier caso volveré a visitarte, sé que puedo aprender mucho de tí(perdona el tuteo)
Besos desde el sur-este español.
Att.
Nieves